La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a once años de prisión y cinco de libertad vigilada un hombre que abusó de forma continuada de su hija cuando era menor de edad y no podrá comunicarse con ella ni acercarse a menos de 500 metros durante el tiempo de cumplimiento de la pena privativa de libertad y un año más.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, recoge que el procesado deberá indemnizar a su hija con seis mil euros por los daños morales sufridos.

El relato de hechos probados señala que los abusos fueron cometidos en la vivienda familiar, ubicada en un municipio murciano, aprovechando el acusado que jugaba con la menor para hacerle tocamientos, para, con posterioridad, mantener relaciones sexuales plenas pese a que ella se oponía.

La sentencia, que tiene como ponente al magistrado Álvaro Castaño-Penalva, indica que la víctima ha seguido tratamiento psicológico como consecuencia de los hechos sufridos “y arrastra un trastorno de estrés postraumático”.

Añade que los abusos se consumaron en al menos cinco ocasiones durante los años 2016 y 2017, “hasta que el agresor fue expulsado del domicilio familiar tras revelar la chica los abusos, que fueron ejecutados por el acusado con pleno conocimiento de la edad de la ofendida, su propia hija”.