El robot marino ha encontrado este lunes una botella de oxígeno y una sábana en la zona donde se busca a las niñas desaparecidas en Tenerife, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación, que precisan que ambos objetos serán sometidos ahora a análisis para tratar de confirmar si pueden aportar pistas sobre el paradero de las menores.

Según la información que trascendió ayer, ambos objetos fueron localizados en el fondo marino a unas tres millas de la costa de la capital tinerfeña. Además, se da la circunstancia de que tanto la botella de buceo como la sábana están bien conservados, lo que indicaría que llevan en el citado lugar relativamente poco tiempo.  

Para agilizar las pesquisas relacionadas con los mismos, tanto el depósito de oxígeno como la pieza textil ya están en tierra. La investigación que lidera la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife se centra ahora en tratar de determinar si la botella de buceo pertenece a Tomás Gimeno. Además, los agentes intentan saber si dicho efecto metálico pudo ser utilizado para lastrar algo o para hacer una inmersión segura y después fue abandonado en el citado lugar, a unos pocos kilómetros del puerto deportivo Marina Tenerife, desde donde partió Gimeno la noche de los hechos. 

El hallazgo, adelantado por 'Nius', se ha producido en torno a las 14.00 horas de este lunes dentro del dispositivo de búsqueda de las niñas que desaparecieron junto a su padre el pasado 27 de abril. Entre los objetos se ha hallado también una sábana, según confirman las citadas fuentes.

El hallazgo, adelantado por Nius, se produjo en torno a las 14:00 horas de ayer dentro del dispositivo de búsqueda de las niñas que desaparecieron junto a su padre. Los trabajos policiales se centran en rastrear los datos de registro de la botella de buceo, ya que es habitual que quede constancia de su adquisición y revisiones periódicas. De esta forma se podría confirmar o descartar que pertenecía al padre de las niñas Anna y Olivia, de uno y seis años, respectivamente.

La localización de ambos objetos se ha producido en la penúltima jornada de búsqueda programada para los tripulantes e investigadores del buque Ángeles Alvariño, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), que tenía previsto finalizar este martes su actividad dentro de la mencionada investigación. Sin embargo, fuentes de la investigación confirmaron a EL DÍA que el referido hallazgo permitirá prolongar las jornadas de rastreo submarino, como era el deseo de los agentes que llevan el caso.

Cabe recordar que esta es la primera vez que la tecnología del sonar de barrido lateral (SBL) y del submarino no tripulado Liropus es utilizada para intentar encontrar indicios o pruebas del lugar en el que se encuentran personas desaparecidas. 

Su participación en la operación de la Guardia Civil fue autorizada por la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Güímar. Cabe recordar que la jueza decretó el secreto de sumario y una orden internacional de búsqueda y captura sobre Tomás Gimeno por haber sustraído a las niñas de su madre, Beatriz Zimmermann.

Embarcación de Tomás Gimeno

El buque Ángeles Alvariño llegó al puerto de Santa Cruz de Tenerife el 30 de mayo por la tarde. Su labor de rastreo de los fondos marinos frente a la capital tinerfeña comenzó el domingo 31 de mayo, después de una reunión en la que participaron investigadores de la Guardia Civil y profesionales del barco. Hasta el momento, casi todo el tiempo ha buscado frente al litoral de Santa Cruz de Tenerife, entre el puerto deportivo Marina Tenerife y Hoya Fría. Sin embargo, en la jornada del sábado, su trabajo se llevó a cabo frente a las costas de El Puertito de Güímar, donde la embarcación de Gimeno, Esquilón, apareció vacía y a la deriva a las 17:40 horas del 28 de abril; es decir, casi 24 horas después de que la madre de las pequeñas se las entregara a Gimeno para que pasara la tarde con ellas. En la jornada el pasado domingo, el Ángeles Alvariño volvió al puerto de Santa Cruz de Tenerife para realizar una escala técnica. Además de subir a bordo provisiones, hubo relevo de parte del personal.

Según algunas fuentes, se estima que cada jornada de búsqueda con el citado buque del Instituto Español de Oceanografía cuesta unos 10.000 euros. Este martes se cumplen 42 días sin que se sepa el paradero de ambas niñas y su progenitor. La embarcación ha buscado en un ámbito de 10 millas, donde los guardias civiles estiman que Gimeno realizó sus últimas comunicaciones conocidas con su exmujer, sus familiares y amigos. El área se delimitó gracias al duplicado de la tarjeta de su móvil, que fue analizada por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO).