Gloria Francis B.S., madre de Heidi Paz, ha identificado en el juicio contra César Román, apodado el 'rey del Cachopo', la maleta en la que el 13 de agosto de 2018 se halló el torso de su hija aseverando que pertenece al acusado porque la vio en la mudanza que realizó la pareja a un piso en Vallecas.

La Audiencia Provincial de Madrid ha arrancado este miércoles la prueba testifical con la madre de la joven hondureña. A lo largo de la vista, comparecerán varios socios de Román y el portero de la nave situada en el número 6 de la calle Sebastián Gómez que la noche del crimen vio a una persona salir de la nave donde se halló el cuerpo de la chica desmembrado.

La madre ha comparecido en el juicio a pocos metros del presunto asesino de su hija y tras un biombo para evitar la confrontación visual. Con una camiseta con el rostro de su hija, la mujer ha llorado de forma desconsolada por no haber podido hacer nada para evitar su trágico final.

A preguntas del fiscal Miguel Méndez, ha relatado que nunca le gustó César porque era un hombre mucho más mayor que ella, "muy celoso" y que hostigaba a su hija. "Quería saber dónde vivían. Ella me dijo que no me quería preocupar. Ese es mi dolor. Podría haber llamado a la Policía. Sabía que este hombre le estaba haciendo daño por lo celoso, por el maltrato que le daba. Yo sé que la maltrataba", ha narrado con la voz quebrada y llorando.

La madre ha negado que su hija estuviera metida en líos y anduviera con bandas latinas en Honduras frente a las afirmaciones de Román acerca de que colaboraba en Madrid con una organización criminal de 'vuelcos de drogas'.

La Sala le ha mostrado la imagen de la maleta en la que se halló el torso en una de las naves del empresario situada en Usera. Tras ello, ha roto a llorar y ha agarrado la camiseta.

"Esa maleta es de César Román porque yo le ayudé a hacer la mudanza. La vi en mi casa. La vi en la casa de la calle López Grass. Yo les ayudé. Les llevé en mi coche. Esa maleta la monte en mi coche", ha aseverado.

Por su parte Celestino Martínez, el que era responsable financiero de la sociedad Delic Experience, constituida en 2016 y liderada por César Román, ha explicado que hasta que le dio un infarto él "llevaba lo que César dejaba hacer de la gestión".

Ha detallado que la situación de la empresa era "ajustada y muchas veces más que ajustada" y sobrevivía por financiación externa, ya que Román había conseguido así unos 340.000 euros.

Y que la oficina de la calle Sebastián Gomez número 5 de Usera -cerca de la número 3 donde apareció el torso- en realidad funcionó de almacén y cocina porque se hicieron cachopos para los restaurantes, lo que ha sido corroborado por Julio Alfredo Ortíz, otro socio de Román, quien ha ahondado en que la situación de la sociedad era mala y en que a él le deben 30.000 euros.

Por su parte uno hombres de más confianza de César Román, conocido como Giovanni -Juan Antonio Ortíz- que hacía de personal de seguridad y le trasladaba en coche habitualmente, ha corroborado, como dijo ayer el acusado, que él solía recoger a la hija del procesado cuando le tocaba estar con él, y ha dicho que nunca vio que maltratase a Heidi.

Pero ha declarado también, en contra de lo asegurado por el que fue su jefe, que éste si vivió en casa de su suegra un tiempo y que en julio de 2018 no tenía dinero suficiente para llevar a su hija de vacaciones.

El portero de la finca anexa a la nave en la que se encontró el cadáver, Miguel Ángel Rodríguez, ha relatado, como ya dijo en instrucción, que el 13 de agosto de 2018 sobre las doce o la una del mediodía vio que salía humo de esa nave y advirtió de ello a un "obrero" que justo salía, y que le aseguró que al soldar se le habían prendido unos papeles pero que ya lo había apagado.

Una media hora después un trabajador de su edificio le dijo que salía humo de la nave de al lado y que llamara a los bomberos. Así se encontró la maleta con el torso y una hoguera con objetos de Heidi.

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Ha explicado que el obrero que vio a unos 20 metros no tenía acento extranjero y era más bajo que él, pero "bajito bajito no era", al ser preguntado por este detalle porque Román mide 1,52 metros.

Este jueves el juicio continuará con la declaración de ocho nuevos testigos, entre ellos la exmujer de Román y una exnovia.