"No sabía cómo parar". El hombre de 34 años y con una discapacidad intelectual del 38% torturado en Manacor manifestó a la Policía que cuando intentó irse, el domingo por la mañana, uno de los agresores le amenazó con pegarle. Se quedó por miedo. La Policía Nacional arrestó a los siete jóvenes, de entre 20 y 30 años, que presuntamente participaron en las torturas. La madre de una de las chicas, que estaba en el piso cuando ocurrieron los hechos, ha prestado declaración ante la Policía en calidad de investigada.

Los detenidos habían respondido a un anuncio publicado por la víctima el viernes, en el que ofrecía hasta 3.000 euros por participar en una especie de concurso, con pruebas y castigos. El pasado viernes se marchó con ellos a un piso de Manacor. Allí fue sometido a torturas durante dos días. El domingo por la mañana les dijo que quería marcharse porque no se encontraba bien, pero uno de los jóvenes amenazó con pegarle si no les pagaba. El hombre explicó a la Policía que se sintió asustado. Los jóvenes le quitaron el móvil y la cartera y finalmente le dejaron marchar a buscar el dinero.

La Policía trata de determinar hasta qué punto las vejaciones fueron consentidas. En cualquier caso, indican que incluso contando con el consentimiento de la víctima, las lesiones siguen constituyendo un delito, aunque se pueda rebajar la gravedad. Pero esta posible rebaja no existe en casos de menores o personas con discapacidad intelectual.