Un joven de 16 años no dudó ni un segundo en hacer de escudo humano de su madre (no de sangre) cuando estaba siendo agredida por su padre. Se puso en peligro, llegando incluso a echarlo al rellano segundos después de que la mujer resultara herida de un cabezazo. La Policía Nacional arrestó al sospechoso por un delito de violencia de género en el domicilio familiar en Zaragoza. No había denuncias previas frente a esta pareja, aunque la mujer sí había denunciado a otros hombres anteriormente.

Era temprano, las 10.10 horas cuando el posteriormente arrestado, I. C. M., se presentó en la vivienda situada en una calle del zaragozano barrio de Delicias acompañado de su hijo adolescente. En el interior estaba su esposa y un niño de 4 años. Según consta en el atestado, el hombre llegó "muy borracho", comenzando una fuerte discusión con la denunciante. En el transcurso de la misma se produjo la agresión y la participación del joven. Incluso llegó acompañar al exterior a su padre para tratar de calmarle.

Pasó el tiempo y el hombre regresó solo al piso. Llamó a la puerta pero ella le pidió, al otro lado de la misma, que se fuera porque "sentía miedo" como consecuencia de su agresividad. Pero hizo caso omiso, tal y como escriben los agentes, golpeando la puerta de la vivienda hasta el punto de romperla. Ante esta situación, la mujer llamó a la sala del 091 a pedir ayuda, pese a que él le amenazó que "sería peor" si le acababan deteniendo.

Cuando la patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón llegó al edificio observó a un hombre agazapado detrás de una columna. Al parecer, se había escondido al escuchar que alguien subía al rellano. Los agentes le preguntaron qué hacía ahí, pero él les espetó que "no estaba haciendo nada, que no esperaba a nadie".

Ante las evidentes marcas en la puerta, los policías llamaron al timbre y tras identificarse la mujer les abrió. Ella declaró lo que había vivido y acabaron arrestando a I. C. M., que no tiene antecedentes.

Lesiones por el cabezazo

Las lesiones han sido descritas por el informe forense realizado por especialistas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) como "contusión con equimosis en zona frontal media" y tardarán cuatro días en sanar.

El hombre fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza que acordó la libertad provisional. Asistido por la abogada María Gema Cembrano, el sospechoso no reconoció los hechos y aseguró que no bebe y que la contusión en la cabeza se la haría ella misma. Negó incluso que la fotografía que hizo la Policía de la puerta destrozada sea la de su domicilio.

El magistrado acordó, a petición de la Fiscalía y del abogado de la víctima, Alberto Peiró, la salida obligatoria de I. C. M. del domicilio conyugal, teniendo permiso de recoger sus pertenencias acompañado por la Policía.

Asimismo, se le prohibió acercarse a menos de 200 metros de la mujer, de la vivienda o del centro de trabajo. El hombre quedó citado para juicio rápido por estos hechos que el ministerio público calificó de delito de lesiones leves por violencia de género en el domicilio de la víctima y en presencia de una menor por los que pide 11 meses de cárcel.