Un amplio operativo de la Guardia Civil implicó, a las 7:00 de la mañana de hoy, el "asalto" por sorpresa de una vivienda particular en la zona de Cadabón, en la parroquia moañesa de Meira. Al menos una decena vehículos policiales entre los regulares y los y de agentes entraron en la casa ante la sospecha de que su propietario, un varón de 50 años que se llama Jesús González, poseía armas ilegales, las fabricaba e incluso las vendía. El registro comenzó rompiendo la puerta de la planta alta mientras el varón y su madre, Teresa Nogueira de 82 años, dormían en la planta principal. Al escuchar el ruido y un sensor de movimiento abrió salió fuera y descubrió el despliegue. Estuvo esposado durante horas aunque los agentes solo se llevaron su teléfono móvil y su ordenador personal. El sospechoso, que tiene escopetas porque es cazador habitual, asegura no salir de su asombro

El despliegue levantó las alarmas a lo largo de toda la mañana entre los vecinos de la zona y los rumores se sucedieron. Corrió el bulo por todo Moaña de que el hijo había matado a su madre y arrojado su cadáver a un contenedor, lo que resultó ser totalmente falso.

El sospechoso considera "desproporcionado todo el operativo". Asegura que nunca tuvo problemas con la justicia por su actividad como cazador. "Compro algunos cartuchos por internet, y sospecho que por ahí pudieron venir las sospechas. Igual me vendió alguien implicado en tráfico de armas". Asegura que mañana pondrá lo ocurrido en manos de un abogado. "Mi madre y yo estábamos durmiendo. Escuché cómo rompían la puerta de la planta alta y vi las luces. Al salir me agarraron, me tiraron al suelo y me esposaron. Registraron todas las cajas y habitaciones de mi casa. Rompieron una puerta y también los portales de los galpones en los que guardo leña", relata Jesús González. Asegura que solo se llevaron "mi ordenador y mi teléfono móvil".