La ourensana Nerea Añel Vázquez falleció por causas violentas y la Policía Nacional investiga si la joven de 27 años -aún tenía 26 cuando desapareció- fue víctima de un crimen. Sus restos óseos fueron localizados a mediados de septiembre en la aldea abandonada de Os Muíños, en el municipio de Barbadás. Según fuentes del caso, el estudio de los huesos llevado a cabo apreció signos de violencia, lo que no implica necesariamente que se trate de un homicidio, ya que los suicidios y los accidentes también se consideran muertes violentas en el ámbito forense. Este es el camino que debe despejar ahora la Policía.

Dos unidades de la comisaría de Ourense se encargan de la investigación. Las dos están adscritas a la Brigada Provincial de Policía Judicial: la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) y la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM). Los agentes de este último grupo fueron los que ocuparon de las averiguaciones durante el periodo en el que la joven estuvo considerada como desaparecida, cerca de ocho meses.

Los restos óseos de Nerea Añel, cuya identidad fue confirmada por el laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil -fue este cuerpo el que se encargó del levantamiento, porque Barbadás pertenece a su demarcación-, aparecieron semienterrados en el cauce o en el entono de un riachuelo. La investigación busca determinar por qué se encontraban de esa forma, si por el arrastre de tierras o porque alguna persona intentó ocultar el cadáver tras cometer o conocer su muerte.

La desaparición de Nerea Añel se fechó el 20 de enero de este año. Su madre estuvo con ella por última vez en la cena del día de Reyes. Vio que pasaban los días sin tener noticias y denunció. La señora distribuyó numerosos carteles con la imagen de su hija por la ciudad y por las redes sociales, con el objetivo de encontrar pistas sobre su paradero. En su primera fase, la investigación incluyó rastreos con perros y drones en las inmediaciones del barrio de Covadonga y de un motel de Barbadás -no muy alejado del lugar donde el pasado septiembre se localizaron los huesos-, así como vigilancias y entrevistas en los lugares que la chica frecuentaba y donde fue vista por última vez.

El 13 de septiembre, casi ocho meses después de su ausencia, una pareja que hacía senderismo encontró los restos óseos en la aldea abandonada de Os Muíños. La Policía busca ahora resolver el caso.