Un recluso de la cárcel de Badajoz, andaluz de 30 años, se comió sus dos orejas después de cortárselas él mismo con una cuchilla que había pegado a un plástico, a modo de cuchillo. Mientras cometía este acto de canibalismo, sufrió un mareo y perdió el conocimiento por la gran pérdida de sangre sufrida, según indica la Asociación Profesional de Funcionarios Penitenciarios y la de Tu Abandono Me puede Matar.

Los hechos ocurrieron a las diez de la mañana de anteayer sábado. El recluso fue trasladado de inmediato al Hospital acompañado de los respectivos funcionarios de los Servicios Médicos del Centro y un funcionario de Vigilancia.

Una vez en el centro hospitalario, quedó ingresado en la unidad de Psiquiatría, en contra de la voluntad del propio recluso, añaden las citadas asociaciones, que denuncian el aumento de reclusos con problemas psiquiátricos y la ausencia de un tratamiento adecuado en el interior de la prisión, lo que incrementa los incidentes como este.