A 90 kilómetros por hora por la vía de servicio de la A-3, saltando por encima de medianas, llevándose señales de tráfico y hasta conduciendo marcha atrás. Así fue la espectacular persecución que se produjo el jueves pasado en el entorno de la A3 y que terminó con la detención del kamikaze, un camionero que dio positivo en cocaína y actualmente tenía retirado el carné de conducir, después de 16 kilómetros y 20 minutos interminables.

Los hechos, que no habían trascendido hasta ahora, se produjeron a partir de las 16.30 horas del pasado 3 de septiembre. Una patrulla del Equipo de Transportes del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Valencia se había situado en la última rotonda de la CV374 antes de su confluencia con la autovía A3, en pleno polígono de La Reva, en Riba-roja, para realizar controles a los camiones que circulan por el lugar.

Tras darle el alto a uno de ellos, el camionero obedeció y se detuvo, pero, en cuanto el guardia se alejó un par de metros para coger la tableta del interior de su furgoneta, el conductor metió primera y salió casi derrapando, hasta el punto de que estuvo a punto de volcar en la curva de acceso a la vía de servicio de la A3 en sentido hacia Valencia. Los agentes se subieron a su furgoneta y salieron inmediatamente en su persecución.

Los guardias civiles se pusieron en paralelo al camión, incorporado ya a la A3 y circulando a toda velocidad hacia Valencia, y ordenaron al fugitivo en numerosas ocasiones que se parase, pero, lejos de hacer caso, continuó su alocada carrera hasta que los guardias se pusieron delante con su vehículo y comenzaron a frenarle, a la altura del kilómetro 341 y le obligaron a entrar en una salida. El conductor hizo amago de detenerse, pero, en el último momento, ya en la vía de servicio, metió marcha atrás y a toda velocidad recorrió varios metros, dio un volantazo y giró a su derecha, metiéndose por detrás de una gasolinera. Tras recorrer decenas de metros por la acera, circuló en dirección contraria buscando la A-3 y se las ingenió para cruzar la autovía saltándose una mediana hasta llegar al polígono de Riba-roja. En esa carrera, se llevó por delante varias señales de tráfico y arbustos hasta tomar de nuevo la autovía, esta vez en sentido hacia Valencia.

En ese momento, se incorporaron cuatro patrullas policiales más: dos de la Guardia Civil de Tráfico, una de una Policía Local y otra de la Nacional. Los cinco vehículos consiguieron, por fin, hacerle reducir la marcha hasta que, a la altura de la gasolinera anterior a la salida hacia el aeropuerto, lograron que se detuviera por completo.

El fugitivo, valenciano de 48 años dio positivo en la prueba de cocaína y carecía de puntos en el carné de conducir.