La búsqueda de dos chicos desaparecidos desde última hora de la tarde del lunes tras volcar un kayak en Porto do Son proseguía a última tarde de ayer sin novedad. Salvamento Marítimo concentró los esfuerzos aéreos, superficie, buzos y medios por tierrapara buscar a los dos vecinos de Noia, de 18 y 20 años, quienes tripulaban la embarcación junto a una tercera ocupante, rescatada con vida.

Los controladores de Salvamento Marítimo del Centro de Fisterra coordinaban la operación que se efectuó entre Caveiro y Punta Arnela a la que se incorporó la Unidad de Drones del Grupo de Apoyo Logístico (GLI), el helicóptero "Cuco" de la Guardia Civil, efectivos de Protección Civil de las localidades de Muros, Noia, Porto do Son y Outes, y particulares con sus embarcaciones. Desde Salvamento emplearon el Dron Inda, la Salvamar Régulus y el helicóptero Helimer.

El accidente tuvo lugar en la playa de Coira, en la localidad de Portosín cuando tres amigos, dos chicos y una chica, hacían uso de la embarcación. Sobre las 21,30 horas un particular comunicó al 112 Galicia que hacía tres horas que tres jóvenes habían salido a navegar y no habían vuelto.

Los servicios de emergencia localizaron el kayak volcado y rescataron a una de las ocupantes de la embarcación en tierra. La chica, Soraya, vecina de Porto do Son, logró llegar a las piedras con signos de hipotermia y fue trasladada en helicóptero a Santiago de Compostela y hospitalizada en el CHUS en estado de shock.

El suceso provocó conmoción en toda la comarca por la corta edad de los accidentados, de 18 y 20 años, según confirmó el alcalde de Noia, Santiago Freire (PP), que seguía de cerca las labores de rastreo. Se trata de Miguel, que hace tiempo estuvo empleado en un taller de esa localidad, y de Xabier, hijo de un conocido restaurador que trabaja en un pazo de la zona.

La canoa fue encontrada a primera hora de ayer y se encontraba volcada. También se localizó a primera hora de ayer un chaleco salvavidas posiblemente procedente de la embarcación siniestrada.

Algunos profesionales indicaban que había mucho viento del norte, con "corrientes fuertes" que coincidieron con la bajamar y seguramente los jóvenes no fueron capaces de controlarlo.

Los chicos trataban de llegar a la Isla de Creba, perdieron un remo de la embarcación y uno de ellos se tiró al agua para recuperarlo pero ya no pudo volver. La corriente los arrastró y provocó que la piragua, que fue encontrada, quedara totalmente volcada.