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Marino Giménez vuelve al banquillo de los acusados

El Supremo anuló la condena al hermano de Sinaí, a un guardia civil y a otros 3 acusados por creer que se vulneró el principio de imparcialidad por la Sala que los juzgó en 2017

Marino Giménez, en los juzgados. // A. V.

Un tribunal formado por magistrados desplazados desde la Audiencia de Pontevedra, juzgará desde mañana en Vigo a Marino Giménez -hermano del jefe del clan de Los Morones--, el exguardia civil Enrique P.M., y otros cinco acusados de intentar robar un alijo de drogas y pertenencia a grupo criminal. Hace algo más de dos años los siete fueron condenados por la Sección Quinta de la Audiencia en Vigo a penas de entre 4 y 7 años y medio de prisión, pero el Tribunal Supremo anuló las penas al considerar que se vulneró el principio de imparcialidad del tribunal que los juzgó, ya que varios de los magistrados de la Sección Quinta tuvieron participación en la resolución de recursos durante la fase de instrucción, por lo que ordenó la repetición del juicio.

La Fiscalía pide para Marino Giménez penas que suman 12 años de cárcel como cooperador necesario en un delito de tráfico de drogas, por integración en grupo criminal, y por tenencia ilícita de armas. Para el exguardia civil, Enrique P.M., pide un total de 9 años y medio de prisión, como autor de un delito de tráfico de drogas y otro de pertenencia a grupo criminal; y para el resto de acusados solicita penas de cárcel que van desde los 9 años y medio hasta los 4 años y medio de prisión.

Se les imputa el robo frustrado de una partida de cocaína a principios de 2014 a unos narcos de Arousa, para destinarla a la venta. Giménez era supuestamente el cabecilla del grupo, del que formaban parte el guardia civil que vestido de uniforme y en el coche patrulla dio el alto a los narcos para simular un control y requisar la droga y otras cuatro personas.

Pero el plan se frustró porque los acusados estaban siendo investigados por la Policía Nacional, que los interceptó en el momento en el que se disponían a simular ese control de la Guardia Civil y a apropiarse de la cocaína en las inmediaciones de una gasolinera en Mos.

Tras la detención, la Policía encontró, en casa de Marino Giménez en Tomiño, una pistola con sus correspondientes cartuchos, un revólver de fogueo, 3 navajas, 13 teléfonos móviles (además de los otros dos que llevaba encima en el momento de ser arrestado), una máquina de contar dinero y diversas cantidades de cocaína, heroína y cannabis.

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