La jueza que tomó declaración este viernes a F. M. M. L., el cura de Ourense de 51 años investigado por presuntos abusos sexuales a su sobrina cuando era menor de edad, negó los hechos y no se opuso a la imposición de una orden de alejamiento e incomunicación con respecto a la víctima (tal y como solicitaron tanto ella como la Fiscalía), a una distancia mínima de 200 metros. Pero la magistrada sustituta de Instrucción 1 de Ourense aprecia "indicios suficientes" de que presuntamente cometió un delito contra la libertad sexual de su familiar, a base de diversos tocamientos en los pechos y los genitales de su sobrina, sin su consentimiento. La jueza destaca la credibilidad de la víctima, "que se mantuvo invariable, sin contradicciones ni ambigüedades desde que prestó declaración en la comisaría de Policía".

El Tribunal Supremo establece que, teniendo en cuenta que los delitos contra la libertad sexual tienen normalmente naturaleza de "clandestinos", las manifestaciones de las víctimas adquieren un carácter preponderante, siempre que sean coherentes y no estén desacreditadas por otras pruebas. La jueza que tomó declaración al cura, apartado por la Diócesis y que actualmente ejercía en la unidad de atención parroquial de Allariz, considera que en este momento inicial del procedimiento la versión de la denunciante "no ha sido desvirtuada".

El religioso fue ordenado en 1995 y es natural de Vistahermosa, en la ciudad de Ourense. En el pasado ejerció en parroquias de la ciudad y también fue capellán del Colegio Divino Maestro. Tras una primera citación en la comisaría por parte de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM), que lleva este tipo de casos, el cura acudió este viernes al juzgado, asistido por su abogado defensor. La jueza dice que el investigado "se limitó a negar los hechos".

La víctima es hija del hermano del cura. Los padres de la denuncinante rompieron la relación con el sacerdote y le dijeron: "Allá tú y tu conciencia". La perjudicada también compareció el viernes en el juzgado para ratificar los hechos que denunció ante la Policía. A consecuencia de lo sufrido presuntamente con su tío paterno se encuentra a tratamiento psiquiátrico. La joven contó los hechos padecidos cuando era menor a su psicólogo y el profesional alertó a los progenitores. Para la jueza es este un indicio más contra el cura. "De todo ello se desprende que, al menos indiciariamente, los padres habrían podido romper la relación que mantenían" con el investigado F. M. M. L. "a raíz de los hechos que les relata el psicólogo" que atendía a la víctima.