Un vigués, acusado de presuntos abusos sexuales a la auxiliar de enfermería a domicilia que ayudaba a su compañera sentimental, en silla de ruedas tras sufrir un ictus, negó ayer en el juicio celebrado en Penal 2 de Vigo los hechos. Sólo reconoció haberle dado dos besos en la mejilla el 28 de diciembre de 2018, tras decirle él que había estado de cumpleaños la víspera. Una contradicción respecto a su declaración en instrucción

La versión de la joven es distinta. Negó que hablaran del cumpleaños, sino que ella le dijo "Hasta el año no nos vemos". Entonces, relató, entró al dormitorio donde ella hacía la cama: "Me cogió la cara con fuerza, me besó en la boca y bajó las manos tocándome el pecho y los glúteos. Yo me quedé en shock y entendí otras cosas anteriores".

Una vez que el acusado abandonó la casa y como había dicho que volvería para despedirse de ella, acabó su tarea y se marchó antes por la escalera. Alertó a su supervisora, una amiga y su novio y a los tres días denunció en comisaría: "No podía volver allí, ¿qué sería lo próximo? La Fiscalía pide una condena de 20 meses multa a 6 euros diarios.