Un vigués confesó ayer en el Juzgado de lo Penal 2 de Vigo que el 16 de agosto de 2018 tiró a un contenedor de basura a tres cachorros recién nacidos pertenecientes a una camada de una perra de su propiedad. A consecuencia de tal abandono uno falleció antes de ser rescatado y los otros dos ya en la protectora de animales. Su confesión le valió un acuerdo de conformidad que permitió rebajar la pena de 17 meses de prisión que inicialmente pedía el fiscal. También se le inhabilita para tener animales o ejercer profesión u oficio en relación con ellos.