Los dos narcos de un grupo de O Morrazo que en mayo de 2017 no dudaron en embestir el coche de la Policía Nacional que les daba el alto en la AP-9 a su paso por Vigo, en una operación contra el tráfico de hachís por carretera desde Marruecos a Cangas, han sido condenados a más de 6 años de prisión. La Audiencia de Pontevedra ratifica la pena impuesta por el Juzgado de lo Penal 3 al desestimar los recursos presentados por los dos condenados también por un delito de atentado.
La pena más alta es para el cabecilla del grupo, A.F., un vecino de Aldán que negociaba las partidas de estupefacientes y enviaba a sus subordinados con coches preparados con habitáculos ocultos para recoger el hachís que adquiría en el sur de España y en Marruecos. El viaje de vuelta por carretera a Galicia se hacía por Portugal hasta Tui para evitar ser captados en viales españoles.
Él iba al volante del coche lanzadera que precedía al del transporte del hachís y no dudó en embestir el vehículo policial, causándole daños en una puerta. Un agente tuvo que saltar a un lado para evitar que lo arrollara. Se le imponen un total de 6 años y 7 meses de prisión: 3 años y un mes por un delito contra la salud pública de sustancias que no causan grave daño a la salud en cantidad de notoria importancia; otros 3 años y 3 meses por el delito de atentado a agentes de la autoridad y tres meses más de prisión y multa de 337.925 euros por integración en grupo criminal.
Uno de sus subalternos, un ciudadano argentino con estancia irregular en España, iba al volante del BMW que transportaba ocultos los 40 kilos de hachís. Aceleró bruscamente y dirigió el vehículo contra el agente que le daba el alto a solo 5 metros, que logró retirarse a tiempo. También aprovechó para huir cuando su jefe embistió el coche policial, si bien fue interceptado y detenido. En su caso se le imponen tres años y un mes de prisión por el delito contra la salud pública y tres años y tres meses por atentado a la autoridad.
La Udyco, unidad de drogas, de la comisaría de Vigo seguía los pasos al grupo y cuando detectaron un nuevo viaje al sur de España se preparó un operativo para interceptarlos. Al detectarlos en la A-55, procedentes de Portugal, se desplegó en la AP-9 a su paso por Vigo un dispositivo que rodeó ambos vehículos, que lograron romper el cerco. El BMW con la droga fue interceptado tras una persecución, pero el Dacia alquilado por el vecino de Aldán eludió el dispositivo. Horas después el vehículo era localizado en el barrio de Matamá en Vigo, aparcado, cerrado y con un fuerte impacto en el lateral derecho. En el interior se halló el DNI del cabecilla, una báscula de precisión y una libreta con anotaciones manuscritas sobre el negocio ilegal.
Los dos hermanos de Aldán estuvieron en paradero desconocido durante tres meses. Tras el arresto del cabecilla del grupo, su hermano se entregó en apenas cinco días. Fue absuelto del delito de tráfico de drogas y condenado por integración en grupo criminal.
