La Policía Nacional investiga la muerte de un bebé de nueve meses supuestamente intoxicado de forma accidental al entrar en contacto con un cubo lleno de agua con lejía. Al parecer, y a la espera de lo que dictamine el resultado de la autopsia, el pequeño habría inhalado los vapores tóxicos que desprende el líquido desinfectante cuando se acercó al cubo gateando. Nada más percatarse de su estado, sus padres, de origen marroquí, lo llevaron al centro de salud de Corea, en Gandía, pero dado su estado el menor fue derivado de inmediato al Hospital de Gandía, donde finalmente falleció por una parada cardiorrespiratoria.

Este trágico accidente doméstico, que se ha cobrado la vida de un bebé de apenas nueve meses, se produjo en torno a las 19.30 horas del martes en un domicilio de la localidad valenciana. Todo indica que el menor estaba jugando cerca del cubo, donde había una mezcla de agua con lejía, y o bien metió la cabeza o estuvo lo suficientemente cerca del mismo para inhalar los vapores tóxicos.

La autopsia, realizada en el Instituto de Medicina Legal de València, determinará si la muerte se debió por una intoxicación, como todo apunta, o se ahogó al meter la cabeza. Fuentes policiales indicaron que por el momento no se han hallado signos de violencia y que la principal hipótesis con la que trabajan los investigadores es que se trata de una muerte accidental. Pese a ello se investiga si hubo o no algún tipo de negligencia por parte de los padres.