María del Carmen Merino Gómez, la sevillana encarcelada en Cantabria por el presunto asesinato de su compañero sentimental, Jesús María Baranda, de 67 años, que fue decapitado y cuya cabeza entregó después en una caja a una amiga en la localidad de Castro Urdiales para que lo guardase diciéndole que eran juguetes eróticos, tiene un largo recorrido a sus espaldas con víctimas masculinas en las denominadas estafas del amor. Un timo para el que viajó a Vigo en varias ocasiones.

Mamen, de 61 años y natural de Utrera, es hija de un Policía Nacional. Precisamente fueron agentes de este cuerpo quienes la detuvieron, al menos en dos ocasiones, en Vigo. La primera, en 2013 y la segunda en 2017, cuando ya convivía en Castro Urdiales con Baranda, cuyo cuerpo aún no ha aparecido.

El modus operandi era el mismo: encandiló a dos vigueses, acabó pidiéndoles dinero con diversos ardides, se lo entregaron y nunca se lo devolvió. Las dos víctimas de la estafa del amor denunciaron en la comisaría y ella fue arrestada, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional.

Los investigadores sospechan que estos fraudes eran su forma de vida. También en 2017 le consta otro antecedente en Cádiz, acusada de apropiarse de documentación del excompañero sentimental de una tía suya y estafarle 6.600 euros. Ese mismo año ella denunció a un hombre en Vigo por daños.

María del Carmen, que aseguró haber encontrado la cabeza de su pareja en una caja en la entrada de su vivienda, guarda silencio mientras las Guardia Civil busca el resto del cadáver.

La Guardia Civil detiene a la dueña de la caja con una cabeza humana en Cantabria

La Guardia Civil detiene a la dueña de la caja con una cabeza humana en Cantabria

La Guardia Civil detiene a la dueña de la caja con una cabeza humana en Cantabria // Agencia ATLAS

¿Y el resto del cadáver?

El caso tiene numerosas incógnitas abiertas y las horas de registros e interrogatorios, de momento, arrojan poca luz. Un primo de Jesús Baranda fue quien denunció su desaparición en abril. No lo veía desde febrero y los mensajes que le enviaba por teléfono no se correspondían con su lenguaje habitual, así que le pidió que dejase mensajes de voz y el contacto desapareció. Entonces Mamen también denunció su marcha, si bien dijo que era voluntaria y lo situó en Galicia o Santo Domingo.

"Desde el minuto uno sabíamos que no se había ido a meditar. Sospechamos de ella, sabía más que lo que decía", explicaba ayer la mujer del primo de Baranda. Desde distintos medios se apunta que Mamen estaba celosa y creía que su amiga podía tener algo con Jesús, por eso le dejó la caja en marzo con los "juguetes eróticos" de éste y alegó que era para que no los encontrara la Guardia Civil, cuando en realidad había empaquetado el cráneo de Jesús. Aunque todo apunta que coció la cabeza para evitar su putrefacción, lo cierto es que el hedor alertó a su amiga meses después de guardar la caja.