Evitar que una niña que sufrió abusos sexuales por parte del compañero de piso de su padre tuviera que pasar por una segunda "victimización" al obligarla a revivir aquel terrible episodio durante su declaración judicial fue el principal motivo por el que la Fiscalía de Pontevedra accedió ayer a alcanzar un acuerdo de conformidad con el autor de estos hechos. Un acuerdo que permite al acusado eludir la cárcel tras asumir una condena de dos años de prisión y el pago de la responsabilidad civil por las secuelas que aquel incidente dejó en la menor. Una indemnización de 13.000 euros.

El pago de esta cantidad permitió al acusado eludir la cárcel y que le fuera suspendida la pena privativa de libertad. A mayores, deberá cumplir 5 años de libertad vigilada y otros 5 de alejamiento de la niña.

Los hechos ocurrieron en octubre de 2016. Por aquel entonces, los padres de la menor estaban separados y la víctima mantenía un régimen de visitas ordinario y abierto con su padre. Este convivía con el acusado en un domicilio del partido judicial de Cangas. Así, el fin de semana de entre el 7 y 9 de octubre de 2016 a la menor le correspondía estar con su padre y su amigo fue a buscarla. El acusado reconoció que esa madrugada, aprovechando que se había quedado dormida en su cama, le realizó tocamientos. La niña, al darse cuenta, se dio la vuelta y el acusado cesó en su acción. Los hechos se repitieron al día siguiente. La niña sufrió trastorno de estrés postraumático y precisó tratamiento médico y psicológico.