Las lluvias torrenciales que desde el jueves azotan el sureste español se han cobrado ya cinco víctimas mortales y provocaron la evacuación de al menos 3.500 personas, el desbordamiento del río Segura en varios puntos y graves destrozos y daños económicos todavía por evaluar. A lo largo del día de ayer el temporal obligó a cortar más de 80 carreteras, 11 de ellas de la red principal. El tráfico ferroviario también se vio alterado e incluso interrumpido en diferentes tramos de la red de Murcia y de la Comunidad Valenciana, y varios puertos de la región se vieron también afectados. El aeropuerto de Murcia estuvo cerrado, mientras que el de Almería fue reabierto tras cinco horas con las operaciones suspendidas. Un auténtico caos.

Con precipitaciones que superaron los 400 litros por metro cuadrado en 48 horas en localidades como Orihuela (Alicante), las riadas cubrieron amplias zonas de las provincias de Murcia, Alicante, Valencia y Almería, donde se sucedieron rescates y desalojos.

Se espera que en todo el arco mediterráneo las lluvias torrenciales comiencen a remitir, y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que la DANA (depresión aislada en niveles altos) pierda fuelle a partir de hoy sábado en su lento movimiento hacia el norte, aunque las tormentas se extenderán el fin de semana a gran parte del país y especialmente a la zona centro.

A las 20.00 horas, la Aemet mantenía el nivel naranja en cuatro zonas de Murcia, incluida la Vega del Segura, por riesgo de precipitaciones de hasta 40 litros por hora durante la noche. En la Comunidad Valenciana se esperaban precipitaciones similares en el sur de Castellón, única zona en la que se mantiene la alerta naranja, y de unos 20 litros por hora en buena parte de la región. También se activó este nivel en Ibiza y Formentera.

Las consecuencias más graves de la gota fría fueron el fallecimiento de cuatro personas atrapadas en sus coches. Tras la muerte el jueves de dos hermanos en Caudete (Albacete) cuando el vehículo en el que viajaban fue arrastrado por una riada, en la mañana de ayer se rescató el cadáver de un hombre que perdió la vida en un paso subterráneo inundado por la lluvia en la capital almeriense.

La cuarta víctima mortal se registró en una rambla de Baza (Granada): un hombre de 36 años residente en La Jámula cuya familia había denunciado por la mañana su desaparición ante la Policía Nacional. Su cuerpo fue hallado por un helicóptero en un lugar de difícil acceso y muy alejado del lugar donde estaba su coche.

Y a última hora de ayer, la Guardia Civil hallaba el cadáver de un hombre de 58 años en una zona de Orihuela anegada por el desbordamiento del río Segura. Según los primeros indicios, pudo ser arrastrado por una avenida de agua cuando acababa de aparcar su coche e intentaba cruzar la calle.

Gobierno

A los familiares de las víctimas y a los cientos de miles de afectados transmitieron su solidaridad en nombre del Gobierno la portavoz del Ejecutivo en funciones, Isabel Celaá, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que se desplazó a Orihuela para conocer de primera mano la situación.

El ministro pidió que se reduzcan al máximo posible los desplazamientos y, sobre todo, hizo un llamamiento a la población para que se mantenga informada de las previsiones meteorológicas y atienda las recomendaciones de las autoridades. El principal consejo de Protección Civil es no coger el coche y, si una riada sorprende al conductor, salir del vehículo, si es necesario bajando las ventanillas y subiéndose al techo.

Marlaska lanzó un mensaje de tranquilidad a la población antes de reiterar que España cuenta con un sistema "bien preparado para atender emergencias". Así, se desplegaron 1.158 efectivos de las Fuerzas Armadas, cuatro helicópteros y 300 vehículos tácticos en Orihuela y Murcia para apoyar las labores de búsqueda y rescate.