Patricia Ramírez, madre del niño Gabriel Cruz, declaró ayer cara a cara frente a la acusada del crimen. Estaba previsto que al igual que su marido, Ángel Cruz, la abuela del menor y una prima de éste, no tuvieran contacto visual con Ana Julia Quezada, pero Patricia pidió a la magistrada que no le pusiesen el biombo y según algunas fuentes se encaró con ella, diciéndole: "Eres muy mala, rematadamente mala", según informó La Sexta.

Tras la conclusión de estas testificales, los progenitores de Gabriel abandonaron el Palacio de Justicia de Almería por separado. Patricia, con una camiseta estampada de "pescaítos", acompañada por el psiquiatra clínico que también ha comparecido en juicio en calidad de testigo y un rictus de dolor evidente en su rostro.