Una de las principales novedades que tuvieron como punto de partida los agentes del grupo UDEV central de la Policía Nacional que en marzo retomaron la investigación del caso Déborah fue la declaración de dos nuevos testigos que aportaban un relevante dato sobre el último trayecto realizado por la joven viguesa el 30 de abril de 2002, cuando desapareció. Lo que se sabía hasta ahora es que esas dos personas declararon que aquel día vieron a la chica a algo más de tres kilómetros de la "curva del matadero" de Alcabre, el último lugar en el que, según consta en el sumario judicial, se le había visto con vida a las nueve de aquella noche. Los nuevos testimonios, de corroborarse la información aportada, cambiarían ese último lugar. Lo que dicen los testigos es que coincidieron con ella a aproximadamente las 21.15 horas. Y según ha trascendido ahora, el sitio donde la ubican es un videoclub.

Déborah, cuyo cadáver desnudo apareció diez días después de su desaparición en el municipio de O Rosal, había salido aquella tarde a correr por Samil. Ya de vuelta a casa, dos personas sin relación entre sí se cruzaron con ella en la "curva del matadero". Y ahí se perdía su pista hasta ahora. Los nuevos testigos la sitúan 15 minutos después en un videoclub situado a varios kilómetros de la citada curva y de la propia vivienda de la víctima. Algo que, de confirmarse que esa joven era efectivamente Déborah, significaría que alguien próximo a ella la recogió en un vehículo y la llevó hasta el citado establecimiento, ya que resultaría imposible realizar ese trayecto a pie en tan poco tiempo.

Antes de desaparecer, Déborah estuvo en Samil, que previamente debía alquilar en un videoclub. La Policía investigó los establecimientos de este tipo próximos a la casa de la chica y no había ido a ninguno. Pero el videoclub que ahora citan los testigos está en otro punto. ¿Están en lo cierto y estuvo Déborah allí? Y lo más importante, ¿quién la llevó? La investigación policial en marcha aún debe aportar estas respuestas.