La Policía Nacional de Vigo detuvo la noche del jueves a un hombre que realizó varios disparos junto a un parque infantil ubicado en el barrio de O Calvario. Un suceso que generó una gran alarma en el vecinadrio y en el que un joven de 30 años tuvo que ser trasladado al hospital Álvaro Cunqueiro para atender las heridas que presentaba.

Los hechos tuvieron lugar a las 21:30 horas de la noche junto a un área de ocio infantil ubicada en calle Portela. A esas horas y como consecuencia del calor registrado en Vigo, niños, padres y vecinos de la zona disfrutaban del parque infantil cuando el ahora detenido llegó armado con una escopeta de balines y se puso a disparar junto al parque contra una zona en la que se encontraban varias personas.

"Yo estaba sentada en un banco", cuenta una vecina y testigo de los hechos, "los niños estaban jugando en el parque infantil y él se puso a disparar y a gritar amenazas; fue mucha gente tras él para interceptarlo, para que no escapara".

Uno de los chicos que estaba con un grupo da amigos en las escaleras hacia donde el hombre dirigió los disparos describe que "empezó a abrir fuego". "Vino escopeta en mano", señala. "Cuando escapaba seguía disparando", añade otra vecina.

El detenido, al que también se le incautaron unos cuchillos, fue finalmente detenido por la Policía Nacional. Una vez traslado a la comisaría se pudo comprobar que cuenta con antecedentes pociales. Mañana pasará a disposición de juzgado de guardia de Vigo por la presunta autoría de un delito de lesiones y otro de amenazas.

Segundo incidente en la zona

Este incidente se produce dos semanas después de que en la misma zona se detuviese a un hombre por intentar raptar a un niño de 9 años que estaba jugando en un parque y al que trató de engañarlo diciéndole quelo acompañase para enseñarle un camión de juguete. El hombre, que llevaba un cuchillo de 22 centímetros de la mochila, negó en sede judicial que quisiese llevarse al niño ni que lo amenazase.

Todavía resta mucha investigación para aclarar la situación en la que se dieron los hechos, por ello y a pesar de que el juzgado de guardia decretase su puesta en libertad sí aplicó contra el ahora investigado una serie de medidas cautelares, tales como la prohibición de acercarse al niño, su casa o su colegio a menos de 100 metros así como la prohibición de comunicarse con él por cualquier vía.