La muerte de un niño de ocho años, que fue arrojado a la vía del tren por un desconocido cuando entraba en la estación de Fráncfort (oeste) un tren de alta velocidad, conmocionó ayer Alemania, una semana después de un caso parecido, cuya víctima fue una mujer.

Una portavoz policial informó desde la misma estación que el presunto atacante es un hombre, de 40 años y original de Eritrea, y que fue detenido poco después de lanzar a la vía al pequeño y a su madre, quien logró ponerse a salvo en el andén.

El sospechoso trató de darse a la fuga, pero fue retenido por un grupo de personas que corrieron tras de él, en medio de una situación caótica y escenas de pánico.

La portavoz policial no dio más detalles sobre el detenido o sus posibles motivos, aunque aparentemente no existía una relación entre éste y las personas a las que lanzó a la vía.

El caso sigue a otro similar, ocurrido hace unos diez días, cuando un hombre, un serbio de 28 años, lanzó a la vía a una mujer de 34 años, a la que no conocía y con quien no había mediado palabra, en la estación de Voerde (oeste).

El tráfico ferroviario en Fráncfort quedó hoy seriamente afectado durante varias horas y se produjeron retrasos y cancelaciones de muchas conexiones a esa ciudad, un importante núcleo para el transporte por tren en Alemania.

A la estación se dirigió un dispositivo de 16 ambulancias y un helicóptero, pero no lograron salvar la vida del niño.