Al menos 52 presos murieron ayer en una rebelión en un presidio del estado amazónico de Pará, en el norte de Brasil. La Superintendencia del Sistema Penitenciario del Pará (Susipe) confirmó que, tras un enfrentamiento entre facciones criminales rivales, al menos 52 presos del Centro de Recuperación Regional de Altamira fueron asesinados, 16 de los cuales fueron decapitados.