El calor y el viento dificultaban anoche el control del incendio que afecta a la Comunidad de Madrid y la provincia de Toledo, mientras que en Tarragona los bomberos confiaban en dar por controlado el fuego. En Ávila también mejoró la situación de los incendios activos. Las llamas han arrasado ya más de 10.000 hectáreas entre los dos grandes incendios de Cataluña y los del centro de la Península.

El fuego, que desde el viernes se extiende por Almorox (Toledo) y las localidades madrileñas de Cadalso de los Vidrios y Cenicientos, obligó ayer a cortar tramos de cuatro carreteras madrileñas y a evacuar a unas 40 personas de una urbanización y un camping.