Los incendios activos en cuatro grandes focos en la Ribera d'Ebre (Tarragona), Almorox (Toledo) y Cenicientos (Madrid), la ciudad de Toledo y Gavilanes y El Arenal, estos últimos en Ávila, arrasaron ya más de 10.000 hectáreas, según las estimaciones provisionales de los dispositivos contraincendios.

El fuego de la Ribera d'Ebre, que comenzó en la tarde del pasado miércoles, está perimetrado tras afectar a unas 6.000 hectáreas y se encuentra en vías de estabilización, en tanto que entre los dos grandes incendios originados en Toledo -uno de ellos, el de Almorox, que afectó también a territorio madrileño- ardieron ya alrededor de 3.600 hectáreas.

El viento podría complicar la extinción de los cuatro fuegos. A estos incendios coincidentes con la ola de calor se desplazaron efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.