"Yo no fui, soy inocente, que salga rápido el culpable". Estas eran las primeras palabras de Jürgen Wilfried Karau, conocido como "Alemán", ayer a su llegada a Salceda de Caselas tras haber pasado diez días en prisión en relación con el crimen del joven Soufian Mraha la madrugada del pasado 8 de junio. Jürgen recuperaba su libertad y regresaba a casa después de que el caso de este apuñalamiento mortal diera un giro radical. La titular del Juzgado de Instrucción 1 de Porriño acordó de oficio su puesta en libertad a la vista de las ampliaciones del atestado presentadas por la Guardia Civil en el tribunal el lunes y ayer, dónde se hace referencia a la existencia de un "posible error" en la identificación. La jueza ha decidido que, "a la vista del cambio de circunstancias", no se justifica el mantenimiento de la prisión provisional. El caso vuelve a estar ahora abierto y prosigue la investigación para esclarecer quién fue el autor del homicidio.

Tras esperar toda la tarde por la autorización de la jueza para abandonar el penal de A Lama, alrededor de las 21.00 horas Jürgen llegaba a Salceda junto a su madre y la pareja de ésta. Allí, en las inmediaciones de su vivienda, lo esperaban entre aplausos casi un centenar de vecinos y amigos que, portando una pancarta en la que se podía leer "Bienvenido Jürgen", "#TodosSomosToni" y "#Justicia", cortaban el tráfico para recibir al Alemán. Entre lágrimas, el chico y su madre, Angelika, se bajaron del coche para abrazar a sus allegados y agradecer todas las muestras de cariño.

Además de reivindicar su inocencia, Jürgen aprovechó para "dar las gracias a todos mis amigos que estuvieron apoyándome todo el rato". Precisamente, la pandilla de Toni, como también se conoce al joven, organizaron una concentración el domingo para pedir justicia para su amigo, avisando de que se reunirían todos los fines de semana hasta que fuera puesto en libertad. Por este apoyo incondicional, la madre de Jürgen decía ayer que "los amigos son para siempre, en las cosas buenas y en las cosas malas". Luego del reencuentro con su pandilla, el joven y el resto de amigos aprovechaban para salir a tomar el aire y ponerse al día. "Lo vamos a cuidar", prometió una de las presentes a la madre, preocupada y emocionada por su hijo, con el que se fundió en un abrazo.

Entre los vecinos fueron una constante las muestras de cariño con la familia. "Pobre chaval, me da pena. Este es un pueblo pequeño y lo van a apuntar con el dedo toda la vida", valoraba una mujer, mientras que, uno de los amigos decía que "ha sido juzgado por la opinión pública injustamente, él no ha hecho nada".

Pese a su puesta en libertad, por el momento, hasta que se realicen en sede judicial las diligencias de investigación pentientes, Jürgen permanece en calidad de investigado en la causa, por lo que tendrá que comparecer en los juzgados cada 15 días.

El crimen ocurrió pasadas las cinco de la madrugada del 8 de junio en Salceda de Caselas, cuando la víctima, Soufian, falleció a consecuencia de varias puñaladas con arma blanca en el costado izquierdo propinadas por un hombre tras una disputa en un pub y que, tras la agresión, se dio a la fuga. La identificación de un testigo fue lo que puso a Jürgen en la diana, aunque él y su entorno han defendido desde el minuto uno su inocencia.