"No sabemos porqué lo están investigando; él estaba en casa en el momento de los hechos". Las palabras de Angelika Karau y su pareja Antonio hacen referencia al crimen que sacudió Salceda de Caselas hace dos fines de semana. Su hijo Jurgen W. fue detenido nueve horas después por la Guardia Civil como presunto autor de la muerte a puñaladas de Soufian Mraha, un joven de 24 años de origen marroquí pero afincado en la comarca del Baixo Miño y muy querido entre los vecinos por su dedicación a la hostelería. Tras su paso a disposición judicial, la magistrada de O Porriño decretaba su ingreso en prisión provisional tras seis horas de declaración.

Karau tiene claro la inocencia de su hijo y así lo defiende a preguntas de FARO. Su pareja Antonio, le ayuda en la traducción. "La situación no es fácil. Él está en prisión provisional pero lo que tiene que hacer la Guardia Civil es investigar y tratar de buscar al culpable" , explican. La familia de Jurgen -también conocido con el sobrenombre de El Alemán- señala que por el momento no tienen muchos más datos sobre la investigación. "De momento no sabemos casi nada, no nos cuentan mucho porque lo llevan bajo secreto", recalcan.

La versión que defienden dista, a primera vista, de la sostenida por la jueza instructora o los investigadores del Instituto Armado, quienes lo esperaban en su domicilio nueve horas después de haberse producido el crimen. "Él (Jurgen) salió por la noche pero estuvo todo el tiempo con unos amigos hasta las 03.00 horas o 03.00 y algo y luego marchó para la casa porque al día siguiente tenía que trabajar. Los amigos le avisaron por WhatsApp que le andaban buscando y él dijo que estaba tranquilo porque no había hecho nada. Fue él directamente hacia la Guarda Civil en su casa a ver qué pasaba. Según nos dijeron ahí lo habían detenido", narraba ayer Antonio. El crimen del joven tuvo lugar a las 05.45 horas de la madrugada.

Los propios amigos del joven de 29 años ya habían relatado a este periódico esta misma situación a los pocos minutos de conocerse la detención. El acusado les había escrito a través de la aplicación de mensajería que "estaba tranquilo" porque "no había hecho nada" y que no podía creer que la Guardia Civil estuviese "esperando" por él en su casa.

Su familia reconoce encontrarse completamente mal, al igual que el joven que se encuentra "bajo tratamiento" al ser "la primera vez que entra en prisión y está nervioso". "Le dijimos que estuviese tranquilo y que ya se investigarían las cosas. Nosotros estamos mal, pero así tampoco solucionamos nada. Hay que pedirle a la Guardia Civil que investigue y que coja al culpable; por Jurgen que está en prisión pero sobre todo por la víctima", reconocían ambos.

Si en algo coinciden ambas familias es en la de reivindicar justicia. Así lo reclamaba el padre del joven fallecido cuando acudió la semana pasada al juzgado de O Porriño para recoger las pertenencias de su hijo. Tras encontrarse con la madre de Jurgen y su pareja, éste, de forma cordial y educada, les dijo que no tendía nada en contra de ellos, pero sí pediría justicia para su hijo. Ambos coinciden en que Soufian y El Alemán no se conocían previamente a la noche del crimen.

La Guardia Civil cuenta con al menos un testigo que habría señalado a través de un reconocimiento fotográfico al joven investigado, por su altura, pelo rubio y rasgos faciales. Por el momento, la investigación continúa abierta. Los amigos de Jurgen han anunciado que se concentrarán todos los fines de semana hasta que se aclare lo ocurrido o salga en libertad. Este pasado domingo tuvo lugar la primera de las concentraciones, en la que participaron varias decenas de conocidos y amigos del joven, entre ellos su madre y la pareja de ésta, Antonio.