El Juzgado de Instancia e Instrucción 3 de Ponteareas ha decretado la apertura de juicio oral contra un cantero de lápidas del municipio acusado de estafa por la venta de panteones y nichos en el cementerio de la localidad, que no solo no eran suyos sino que no pueden venderse porque se otorgan mediante concesión municipal.
Los dos afectados que denunciaron la situación son una nonagenaria que quiere ser enterrada en Ponteareas y que abonó 9.000 euros por un panteón con tres nichos, y un hombre, que pagó 7.200 euros y ahora debe inhumar a un familiar que enterraron allí pensando que era de su propiedad.
Tras un proceso de instrucción que ha durado varios años, con el archivo de la causa que la Audiencia Provincial ordenó reabrir, el caso llegará por fin a juicio en una Sala de lo Penal de Pontevedra. El auto del Juzgado de Ponteareas fija, además, una fianza de 21.060 euros para el acusado de la estafa, A.P.F., con objeto de "asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran imponérsele" y advierte de que se le embargarán los bienes si no deposita dicha cantidad.
La decisión de apertura de juicio se adopta a petición de la acusación particular que representa a las dos víctimas de la supuesta estafa, quien solicita una pena de 2 años de prisión para el acusado y que indemnice en 9.000 y 7.200 euros a los denunciantes, cantidades a las que habrá que sumar los intereses pertinentes, más los daños y perjuicios causados, así como el importe correspondiente a la exhumación del cadáver para trasladarlo a otro nicho.
Un anuncio de venta de panteones con el teléfono del acusado en el propio cementerio municipal, llevó a la mujer ahora nonagenaria a contactar con él. La denunciante asegura que le manifestó ser el responsable del cementerio así como de la venta de sepulturas e incluso de la colocación de las lápidas -tenía su taller contiguo al camposanto-.
La mujer se desplazó a Ponteareas con su hermano en junio de 2009 y el acusado les enseñó los nichos. Acordaron la compra del panteón por 9.000 euros y, según la versión de la perjudicada, entregó el dinero y el hombre le aseguró que se encargaba de los trámites ante el Concello.
Algo similar ocurrió con el otro denunciante, según el escrito de acusación, que formalizó con su mujer la compra el 22 de julio de 2009 abonando 7.200 euros por la parcela 546 mediante la entrega de un recibo firmado por el denunciado.
En ningún momento los compradores dudaron de la legalidad de las compras, pues tenían plena confianza en el acusado, vecino de uno de ellos. Pero aseguran que cada vez que le preguntaban por la documentación de la propiedad de los enterramientos, éste les daba larga culpabilizando al Concello del retraso o la Notaría.
Así pasaron varios años, lo que hizo dudar a los denunciantes. Se dirigieron al Concello de Ponteareas y les comunicaron que la venta no era legal, puesto que los panteones no son en propiedad sino concesiones y que en ningún caso el acusado era la persona responsable de tramitarlas.
La representación legal de los perjudicados alega que el engaño es, si cabe, más grave en el caso de la familia del hombre que abonó los 7.200 euros, puesto que le permitió enterrar a un familiar en el panteón en cuestión a pesar de ser consciente de que la propiedad no era de ellos. También advierte de que la mujer nonagenaria carece de otra sepultura donde ser enterrada si fallece antes de que se resuelva un proceso judicial que se ha alargado demasiado tiempo, algo que achaca al propio Concello por la tardanza en aportar la documentación requerida en la instrucción de la causa.
