La Fiscalía pide penas que suman 11 años de cárcel -siete para la madre y cuatro para el hijo al apreciarle una eximente de enajenación mental- por un delito de detención ilegal al presuntamente retener contra su voluntad a la novia de él, que era menor de edad. El juicio se celebra la próxima semana en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, en febrero de 2017, el acusado inició una relación de pareja con la víctima, y esta se fue a vivir con él y con su madre a su vivienda, en una barriada gitana del área vigués. A los pocos días de estar allí, la menor dejó de querer vivir con ellos, momento en que ambos la retuvieron contra su voluntad en esa vivienda, imposibilitando, supuestamente su marcha.

Los acusados solo permitieron a la joven salir de la vivienda durante la primera semana, y siempre lo hacía en compañía de su novio, tal y como se recoge en el escrito fiscal. A partir de ese momento, le prohibieron salir, y solo la dejaban comunicarse por teléfono con su familia cuando los acusados estaban presentes "para evitar que comentara lo que le estaba pasando".

La menor estuvo encerrada durante un mes hasta que, en un descuido de sus captores, pudo contactar con su madre, que avisó a la Policía. Los agentes liberaron a la niña el 21 de marzo de 2017. Por estos hechos, la Fiscalía considera a ambos acusados autores de un delito de detención ilegal, aunque en el caso del hijo, pide que se le aplique la eximente incompleta de enajenación mental, al considerar que el acusado tiene "un retraso madurativo y coeficiente intelectual límite", por debajo de la media en su edad. Asimismo, apunta que es una persona dependiente, que necesita apoyo de terceros para realizar trámites y que su situación de "vulnerabilidad", lo hace "fácilmente manejable".

Por ello, pide para él la pena de cuatro años de prisión, mientras que para su madre solicita la pena de siete años de cárcel. Asimismo, reclama que se imponga a ambos la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante los próximos 10 años.