Bieito Lovera quería ser ingeniero de profesión y para ello estudió duro y había puesto sus esperanzas en la selectividad a la que se presentaría en los próximos días, pero de vocación era futbolista. Una afición que compatibilizó con sus estudios en varios equipos. Empezó en las bases del Choco de Redondela, donde coincidió con Marcos M.V. y José R., los dos jóvenes que sobrevivieron al accidente que le costó la vida el miércoles por la tarde. Aunque sus amigos abandonaron el Choco, él se mantuvo fiel hasta que este año fichó por el Nespereira de Pazos de Borbén, lugar donde residía con su familia. "Era un chico muy activo, serio, formal y jugaba como defensa. Su ilusión era hacer Ingenieria", explica el presidente del club Sito Pejo. Los jugadores, apunta, están en shock. Habían terminado la temporada y esta semana ya no había entrenamientos. El club proyecta algún tipo de homenaje, pero primero tendrán que asumir la tragedia. Bieto tenía una hermana y sus padres regentan la conocida tienda de alimentación A Loura, bajo el viaducto de Redondela. Sus restos eran velados ayer en el tanatorio de Tanamañó en Redondela y hoy a las 18 horas de la tarde tendrá lugar el funeral en Santiago de Redondela.