La familia de los dos jóvenes gitanos "zamoranos" heridos por los disparos en una pedida de mano en la madrugada del domingo 19, en el multiusos de Torneiros, se personaron ayer en la causa abierta en el Juzgado número dos de Porriño.

Las familias, asistidas por el abogado Alfredo Iglesias, acudieron a la sede judicial para proceder al personamiento, autorizando a que sea el letrado quien lleve la causa.

El juzgado no entregó por el momento copia de las diligencias, habida cuenta que la investigación sigue abierta. La Guardia Civil aún no ha dado con el paradero de las personas responsable, los testigos hacen referencia a un miembro del clan de Los Morones, y a otra persona que le acompañaba, informaciones que debe corroborar la benemérita.

La joven herida, de 16 años de edad, tendrá una recuperación lenta debido a que el disparo le afecta a un pómulo, y al encontrarse aún en fase de crecimiento no pueden realizarse las operaciones de cirugía estética "lo que supone un trauma para ella que queremos introducir en la causa", explicó el abogado, que hizo referencia a informes médicos.

Las familias recordaron que fue el domingo 19, sobre la una de la madrugada cuando recibieron la agresión a través de numerosos disparos al parecer intimidatorios, con la mala fortuna de que dos ellos hirieron a dos jóvenes. Una bala atravesó la cara de una menor de 16 años y se alojó cerca del oído, mientras que un chico de 18 años recibió un tiro por la espalda, a la altura del omóplato. Ambos fueron intervenidos quirúrgicamente.

Tras estos hechos tuvo lugar en Porriño una concentración de protesta contra el hostigamiento al que son sometidas estas familias.