Poco a poco se fue haciendo con sumas de dinero que, hasta que fue descubierta, sumaron 19.800 euros. Y con joyas valoradas en casi 5.000. Los sucesivos hurtos los cometió en la casa donde trabajaba como empleada de hogar desde años atrás. La desaparición del dinero alertó a la propietaria de la vivienda, que acabó instalando cámaras para comprobar si, como sospechaba, la trabajadora era la responsable. Las grabaciones, que después fueron entregadas en el juzgado, lo confirmaron. Estos hechos fueron ayer a juicio en el Juzgado de lo Penal 2 de Vigo. El caso se zanjó con una conformidad: la acusada, S.A.G., vecina de Mos, aceptó 6 meses de prisión y pagar 5.000 euros de indemnización.

La mujer trabajaba desde 2011 en la casa. Fue a partir de 2015 cuando la dueña, que por su trabajo en el ámbito de la consultoría de empresas manejaba cuantías que llevaba a su casa, empezó a sospechar que le faltaba dinero. No eran cantidades grandes, por lo que pensó que igual era ella la que se confundía. Pero llegó un momento en que vio que era evidente que le estaban robando. Ya en alerta, la confirmación vino cuando de repente le faltaron, denunció, más de 8.000 euros.

La mujer estaba convencida de que solo la empleada de hogar, con la que hasta esos hurtos no había tenido problemas, era la responsable. Para comprobarlo, tras contactar con Policía Nacional, lo hizo con una empresa que colocó cámaras en un despacho y en el trastero donde, en el doble fondo de una bolsa de viaje, ocultó el dinero en la última etapa. Los vídeos sorprendieron a la empleada. Según dijo la denunciante en el juzgado instructor, en las imágenes se la veía "contar el dinero".