Los siete detenidos del grupo criminal desarticulado por la Guardia Civil por un centenar de robos con fuerza en viviendas de las provincias de Pontevedra y Lugo se hacían con todo tipo de bienes y los vendían después para comprar droga, tanto para consumo propio como para traficar con estupefacientes como cocaína o hachís, según los investigadores.

La operación Espá -denominada así porque la investigación comenzó a raíz de un asalto en diciembre del año pasado al Hotel Balneario de Guitiriz- permitió la recuperación de numerosos objetos sustraídos , sobre todo, en la comarca de Caldas de Reis. También se esclarecieron un importante número de robos en la zona de Pontevedra (Barro y Campolameiro), O Salnés (Meis) o en Lalín, Agolada, Silleda, Dozón, A Estrada y Forcarei. Y algunos, aunque en menor medida, en la provincia lucense.

El material sustraído tendría un valor aproximado de 60.000 euros, según indicó ayer la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, durante su comparecencia en el cuartel de Lalín. Acompañada del teniente coronel Manuel Touceda y el capitán del puesto principal lalinense, Antonio Álvarez, indicó que se trataba de un grupo muy activo compuesto por seis varones y una mujer, con edades comprendidas entre los 18 y los 33 años. Tres de ellos son vecinos de Padrón (A Coruña), dos residían en Portas y otros dos en Caldas y Campo Lameiro.

Entre los útiles recuperados por la Guardia Civil hay tres quads, una moto de campo o numerosos electrodomésticos. Otra de sus modalidades delictivas consistía en la sustracción de hilo de cobre del tendido telefónico para su comercialización ilegal, dejando sin servicio a los vecinos de las zonas en las que actuaba. Los efectos sustraídos se publicitaban en Internet a personas cercanas y a los entornos de los arrestados con la finalidad de obtener dinero rápido para la compra de drogas y alcohol. Ahora los objetos recuperados se exponen en Lalín para que sus propietarios puedan reconocerlos.

En el grupo, formado por siete personas, se pudo identificar claramente un líder y, en muchas ocasiones, se establecía un reparto perfectamente definido de las tareas delictivas. Las investigaciones se iniciaron a principios de este año ante la proliferación de delitos contra el patrimonio en las comarcas de Deza y Tabeirós. A los arrestados -casi todos con antecedentes- se les acusa de los delitos de robo con violencia, robo con fuerza, hurto, extorsión, amenazas y grupo criminal.