Dos acusados de violar en Vilagarcía a una amiga dicen que fue una relación consentida

La joven ratificó su denuncia ante la Audiencia en Pontevedra y afirma que cuando despertó su mejor amigo la penetraba contra su voluntad y el otro la sujetaba

Redacción | Pontevedra

Dos jóvenes acusados de violar a una amiga en Vilagarcía de Arousa en mayo de 2013, uno como autor material y otro como cooperador necesario, negaron ayer los hechos en el juicio que se inició en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra. La víctima ratificó su denuncia ante el tribunal. Lo hizo entre lágrimas, muy afectada, tras explicar que ambos eran amigos de ella, especialmente el principal acusado, de quien destacó que lo conocía desde que ambos tenían tres años y de quien dijo que hasta ese momento consideraba que era su mejor amigo.

Según el relato de los hechos que realiza la acusación particular y el Ministerio Fiscal, así como la versión que ratificó la propia víctima en el juicio, los hechos se produjeron en la noche del 18 al 19 de mayo de 2013 cuando un grupo de amigos, entre los que se encontraban los dos acusados y la víctima, se citaron en el domicilio de uno de los dos procesados, P. B. S., en Vilagarcía.

Allí realizaron un botellón y después de consumir alcohol en el piso, bajaron a un concierto y finalmente los acusados, P. B. S. y L. G., regresaron al domicilio ya de madrugada y se acostaron en las camas de la habitación del primero. Más tarde volvió también al domicilio la víctima, después de que su novio no le cogiese el teléfono. Ella asegura que, una vez allí, se quedó dormida en la cama (en el escrito del fiscal se señala que además de la ingesta de alcohol, estaba afectada por un fármaco). Asegura que cuando se despertó se percató de que L. G., a quien consideraba su mejor amigo, estaba encima de ella y que, tras quitarle la ropa, la comenzó a penetrar. A pesar de que ella le insistió para que se detuviera, afirma que el acusado no paró. Declaró que, mientras tanto, el otro acusado, P. B., la agarraba de un brazo y le acercaba los genitales para intentar que le practicase una felación. La víctima explica que, una vez que cree que el acusado eyaculó, ella finalmente pudo marcharse a casa de una amiga a quien contó lo sucedido. Esto se lo reveló a su madre y fue a través de ella como finalmente la víctima se lo contó a sus padres, quienes la llevaron a un centro médico y posteriormente denunciaron.

Los dos acusados cuentan una versión muy distinta. Explican que tras el botellón y el concierto, cuando ambos regresaron a casa, fue la joven la que wasapeó con ellos y regresó al piso y que una vez allí mantuvo relaciones consentidas con L. G. Este joven aseguró que, si bien conocía a la víctima de toda la vida, habían "tonteado" en varias ocasiones.

Mientras, en la cama de al lado, el acusado P. B.S. les reprochaba no solo que no le dejasen dormir, sino que ambos estuvieran manteniendo relaciones a pesar de que la víctima tenía novio y que además este era amigo de ambos, por lo que no le parecía bien lo que estaban haciendo. Ambos acusados creen que a la víctima le pudo entrar miedo de que ellos le pudieran contar a su pareja lo que había ocurrido o que este se acabase enterando y que por eso, en un momento dado, abandonó la vivienda. Por último, las defensas también intentaron dar a entender que ocultar esta supuesta infidelidad pudiera ser el motivo de la denuncia de la joven.

La Fiscalía solicita una pena de 14 años de prisión para el principal acusado, L. G.; así como una pena de 9 años para P. B. S. como cooperador necesario. El juicio continuará el próximo tres de abril con nuevas testificales.

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