Cuatro años de cárcel y otros seis de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores. Es la condena que los abogados que representan a los dos fallecidos y al herido más grave piden para Manuel B. A.L., en la actualidad de 90 años, el conductor que en 2016 arrolló a un pelotón de ciclistas en la PO-552 en A Guarda. Concluida la instrucción, las acusaciones particulares están presentando sus escritos y también deberá hacerlo la Fiscalía de forma previa a que el juzgado abra juicio oral y de traslado a la defensa. Las acusaciones que ya calificaron atribuyen al conductor la presunta autoría de dos delitos de homicidio y nueve de lesiones, todos por imprudencia grave.

Entre los abogados que presentaron sus calificaciones está Diego Lago Cabo, que representa a la familia de Diego Freiría Fernández -murió a raíz del siniestro- y al profesor e investigador de la Universidad de Vigo José Antonio Vilán Vilán, el ciclista con lesiones más severas: es el único que tres años después sigue de baja y aún no pudo retomar su actividad profesional. También lo formalizó la abogada de los allegados de José Antonio Casás Pérez, Ñito, el otro fallecido en el accidente.

Ambos letrados, al concretar la condena, enumeran primero la que correspondería delito por delito, lo que suma hasta 16 años de prisión. Pero, conforme a las reglas especiales del Código Penal, al ser un mismo hecho el que dio lugar a los 11 delitos, la pena efectiva que piden se queda en 4 años de cárcel, que corresponde a la infracción más grave, el homicidio imprudente.

El siniestro fue la mañana del 11 de marzo de 2016. El acusado conducía por un tramo recto y con buenas condiciones de visibilidad y meteorológicas cuando arrolló al pelotón de 14 ciclistas. En un escrito se concreta que iba a 90 km/h -superior a la de 70 km/h reflejada como máxima en su autorización para conducir- y que, al llegar a la altura de los deportistas, que "circulaban correctamente en columna de a dos y a uno", cometió una conducta "gravemente imprudente". Y ello, añade esta acusación, ya que no efectuó maniobra evasiva alguna "o de adelantamiento" para evitar el atropello. Tras arrollar a un primer ciclista "con gran violencia", ni frenó ni cambió de dirección, siguiendo "en trayectoria recta" y "atropellando sucesivamente y con la misma violencia" a más deportistas, que salieron despedidos. Las acusaciones no podrán atribuir al conductor el delito de omisión de socorro al ser archivado por el juzgado, lo que ha indignado a los afectados.