Una cuestión clave serán las indemnizaciones a los ciclistas heridos y a las familias de los fallecidos. De hecho, una de las causas de que la instrucción se demorase fue la lenta recuperación de los lesionados, lo que impidió elaborar antes los informes de sanidad definitivos de los forenses. La cuantía más alta, por la severidad de heridas y secuelas, la solicita el abogado del exvicerrector de la Universidad de Vigo José Antonio Vilán, de 55 años. Pide que conductor y aseguradora abonen a su cliente importes que suman 1,4 millones de euros, además de lo que se fije de lucro cesante por secuelas por la pérdida o disminución de ingresos procedentes del trabajo -se encargó un informe a un experto actuario- y los intereses legales.

"Vilán sufrió lesiones graves, tiene reconocida una incapacidad absoluta, necesita ayuda en su vida diaria y sigue luchando para intentar recuperarse y llevar una vida un poco más normal", explica su abogado Diego Lago. El investigador era en el momento del accidente comisionado del Vigo Tecnológico y director del grupo de investigación CIMA, del cual surgió como spin-off una empresa. Los 1,4 millones que su abogado ya especifica en el escrito son por distintos conceptos de lesiones y secuelas. La aseguradora solo consignó en la cuenta de indemnización 69.227 euros, que el propio juzgado vio insuficiente. "La compañía no cumplió con su obligación de hacer una oferta motivada, ha sido una desatención", destaca el letrado.

En cuanto a los fallecidos, la familia de Diego Freiría ya fue totalmente indemnizada. En el caso de la de José Antonio Casás, su abogada pide 437.337 euros -el seguro aportó una cantidad mucho menor que se estima insuficiente-.