Los padres acusados de matar a golpes a sus hijos de cinco meses y tres años de edad en Godella (Valencia) y después enterrarlos muy cerca de la casa en ruinas en la que malvivía la familia, María Gombau, de 27 años, y Gabriel Salvador, belga de 32, se decían seguidores de los "Illuminati" y solían consumir estupefacientes, en concreto "porros y en ocasiones setas alucinógenas".Los dos fueron detenidos. El Juzgado de Instrucción 4 de Paterna lleva el caso. El paso a disposición judicial se prevé hoy.

Ambos, que iniciaron su relación hace seis años, aseguraban ser seguidores de los "Illuminati", una sociedad secreta nacida a finales del siglo XVIII en Baviera (Alemania) como oposición a los abusos de poder y que, en los últimos años, ha ganado adeptos y seguidores entre determinados movimientos pseudoculturales y que saltó a la fama, entre otras cosas, por aparecer en libros como el "El Código Da Vinci".

Gabriel, que "se cree chamán", es una persona introvertida y que, según algunos allegados a la pareja, se caracteriza por reacciones muy extrañas. "Está muy mal de la cabeza -relata una amiga-, a mí dejó de hablarme porque decía que tenía demonios dentro". De hecho, las amigas más íntimas de María le habían comentado varias veces que él no le convenía porque "no está centrado".

Gabriel solía ir a todas partes en bicicleta -era él quien llevaba a su hijo mayor, Amiel, de tres años y medio, al colegio- y, en ocasiones, fue sorprendido por la Policía Local recogiendo basura en compañía de sus dos pequeños, circunstancia que motivó la actuación de los agentes.

Entre sus rarezas, sus allegados recuerdan que le gustaba buscar animales muertos y que, recientemente, había colocado un cráneo de uno de estos animales en la casa "porque decía que, así, les protegía de los demonios". En la casa en ruinas en la que vivían se puede ver una pintada bastante ilustrativa del estado mental en que se encontraban: "Vais a moror todis (sic)".

Un arresto en 2011

María, por su parte, se enorgullecía, como Gabriel, de ser antisistema. Hace ocho años, en junio de 2011, fue arrestada durante una protesta del movimiento 15M. La madre de los pequeños asesinados fue detenida aquel año en las inmediaciones de las Cortes Valencianas con motivo de una protesta de los "indignados" del 15M que se llevó a cabo durante la sesión de constitución del parlamento autonómico. Al parecer la emprendió a puñetazos y botellazos con la Policía. Se define como partidaria de Maduro, ecologista, animalista y defensora de los derechos humanos.

Tras las detenciones a raíz de los crímenes de los niños, la madre ha sido ingresada en un hospital psiquiátrico para evaluar su imputabilidad. La Policía la encontró semidesnuda en un barril, en posición fetal, asegurando que sus hijos estaban endemoniados. Este fue al parecer el motivo por el que, un día antes de matar a los pequeños a golpes, y según la versión ofrecida por Gabriel -plagada de incoherencias, la mujer arrojó a uno de sus hijos a una fosa séptica. Fue el belga quien, según dijo, rescató al crío.