El magistrado de Instrucción 4 de Vigo, Juan Carlos Carballal, ha finalizado la investigación sobre los 1.700 kilos de cocaína interceptados entre Funchal y Azores el pasado mes de agosto a bordo del remolcador Titán III, destinados a una alianza de organizaciones gallegas de narcos. De los 30 investigados inicialmente, procesa a 21 personas como supuestos integrantes de tres grupos distintos y exonera, entre otros, al patriarca del clan de Los Charlines, a uno de sus hijos y a un sobrino, además de a los hermanos colombianos Echavarría y a José Andrés Bóveda, alias "Charly" o "Sandokán".

El auto notificado ayer fija una fianza conjunta de 59,2 millones de euros (cantidad en que fue valorada la droga incautada) que deben depositar en 24 horas con el apercibimiento de que si no lo hacen se procederá al embargo de sus bienes. El juez fija la declaración indagatoria para el próximo 25 de abril y mantiene en prisión provisional a siete investigados, entre ellos los supuestos cabecillas de las organizaciones desmanteladas.

El magistrado considera que, tras la investigación realizada, resulta "indiciariamente acreditada" la existencia de "varias organizaciones criminales, interrelacionadas entre sí", cuya finalidad sería "la de ser auténticas prestadoras de servicios para otras organizaciones o grupos criminales con los que negocian sus fines tácticos y estratégicos". Incide en que "todo ello" estaba dirigido a "realizar una o varias operaciones de tráfico de drogas hacia la Península Ibérica, una de las cuales fue abortada en el curso de esta instrucción judicial".

Así, sostiene que uno de los grupos sería el liderado supuestamente por el histórico narco cambadés Jacinto Santos Viñas -que al ser detenido disfrutaba del tercer grado por una condena anterior-, con el que colaborarían su mujer y uno de sus hijos, además de Luis Manuel Rodríguez, Víctor Manuel Pérez y Rafael Diez. Santos Viñas sería quien centralizó las reuniones con los cabecillas de otros grupos y se ocuparía de buscar la infraestructura para el transporte de la droga, según el instructor.

La segunda organización, relacionada con el suministro o la titularidad de la cocaína, se atribuye al boirense Mario Otero Díaz, en colaboración su pareja y uno de sus hijos, así como al holandés Paul Wouter. A éste último, residente en Marbella, le correspondería el control sobre la carga de cocaína. Con ellos trabajarían quienes iban a encargarse presuntamente de la recepción del alijo, caso del patrón del pesquero Sempre Cacharelos, Serafín Pego Vidal y varios tripulantes.

El tercer grupo desarticulado, según el auto del Juzgado de Instrucción 4 de Vigo, estaría formado por Pedro Rodríguez, armador y patrón del remolcador Titán III, y los marineros que iban a bordo cuando fue apresado en el Atlántico con el gran alijo de cocaína. El armador, a tenor del auto judicial "iba ofreciendo sus servicios a aquellas organizaciones que necesitasen de un barco preparado para el transporte de drogas". El juez mantiene en prisión provisional a Santos Viñas, Mario Otero, Pedro Rodríguez y tres tripulantes del remolcador.