La Policía Nacional de Vigo investiga la muerte de un vigués de 68 años, cuyo cuerpo fue localizado en su casa de San Andrés de Comesaña con diversas mordeduras de su propio perro. En principio no se sospecha de una muerte violenta sino que la principal hipótesis, a la espera de lo que determine la autopsia, es que el hombre habría fallecido por causas naturales varios días antes y el can devoró después partes del cadáver de su amo.

Una vecina que llevaba tres días sin ver a Eusebio y a "Messi", su perro border collie, fue quien dio la alerta el martes. Avisó a la hermana del fallecido y ésta a la Policía, ya que no podían entrar en la propiedad. Eran las 22.48 horas cuando varias patrullas de la Policía Local, los primeros en llegar, accedían a la vivienda por una ventana de la primera planta.

La escena que se encontraron los agentes fue dantesca. Hallaron a un varón muerto, con la cabeza desgajada del cuerpo, varias heridas en las zonas blandas del abdomen y a su perro al lado. La principal hipótesis es que se trata de una muerte natural y que los mordiscos del can se produjeron sobre el cadáver, sin descartarse que el animal quisiera auxiliar a su amo ya fallecido. Los policías, inicialmente, temían que el animal pudiese atacarlos si bien le dieron de beber agua en el exterior de la finca y finalmente fue trasladado en un furgón a una protectora de animales para someterlo a cuarentena.

El hombre fallecido, separado y con varios hijos, vivía solo con su perro, que nunca fue conflictivo. "El animal estaba bien atendido, nunca pasó hambre e iban juntos a todas partes", explican en el entorno del fallecido.

A la espera del resultado de la autopsia practicada ayer en el Hospital Nicolás Peña, la primera valoración forense apunta que el hombre sufrió una muerte súbita la tarde del pasado domingo, día 3 de febrero.