El 24 de abril de 1984, la iglesia de San Salvador de Tebra sufría un violento robo. De su sacristía desaparecieron el copón del sagrario, una custodia, una copa y un cáliz del siglo XIX. Esta última pieza tenía un gran valor para la parroquia, y así lo hizo constar el cura de aquel entonces, Ernesto Chaves, en un comunicado al Obispado Tui-Vigo. Treinta y cinco años después, esta reliquia ha vuelto a colocarse en el altar de esta iglesia gracias a los efectivos del Instituto Armado.

Equipos de Policía Judicial de la Guardia Civil de Tui, Pontevedra y Madrid lograron recuperar el cáliz sustraído tras más de nueve meses de investigación. Fue el pasado marzo cuando el actual párroco de la iglesia, don José Luis Blanco, encontró el antiguo objeto en una web de coleccionistas. "Supe de inmediato que era el nuestro por las inscripciones que contenía; pedían 1.200 euros", revela Blanco. Y es que el cáliz cuenta con una anotación grabada del nombre de la parroquia, por lo que acudió hasta el puesto de la Guardia Civil en Tomiño.

Gracias a esta información y en colaboración con los equipos de Policía Judicial fue posible recuperar esta obra de arte catalogada en el obispado de la Diócesis de Tui Vigo. Se trata de un cáliz de plata obra del platero Pedro Antonio Carabelo de 21.5 centímetros de alto 13 de diámetro y 431 gramos de peso. La Guardia Civil identificó al actual propietario, que declaró haber comprado la pieza por unos mil euros a otra tercera persona con domicilio a su vez en Murcia. La investigación confirmó que sus dos últimos propietarios lo habían adquirido a anticuarios, aportando la correspondiente factura. Pablo Piñeiro, sargento comandante del puesto de la Guardia Civil de Tomiño, entregó ayer por la tarde el cáliz a sus legítimos propietarios, quienes agradecieron profundamente el trabajo de la Guardia Civil.