Los tribunales le han dado la razón. Un vigués ha conseguido demostrar en los juzgados la paternidad de su hijo para poder pagarle una pensión, así como establecer un régimen de visitas que les permita relacionarse. El caso es muy poco habitual, pero el hombre indica que solo quiere ejercer su responsabilidad, colaborar en la manutención de su hijo y tener contacto con él, sin perjudicar en nada a la madre.
Por eso, pese a que ha tenido que pleitear durante un par de años para lograrlo y no ha sido fácil, pues reside en Londres donde trabaja como camarero y ha formado una familia, al final los tribunales han fallado a su favor y tanto el régimen de visitas como las demás cuestiones legales se han adoptado de acuerdo con la madre. Por eso el niño llevará como segundo apellido el de su padre.
Ambos mantuvieron una breve relación y lo habían dejado cuando ella le comunicó que estaba embarazada. Desde entonces comenzó su lucha por asumir su responsabilidad como padre, pese a la negativa de la mujer que prefería criarlo sola y sin ayuda.
La existencia de una relación sentimental que pudo probar, y la prueba pericial de paternidad por el Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago a través del ADN, que cifra en el 99,9999% que es su progenitor, llevaron a la magistrada de Primera Instancia 1 de Vigo a estimar íntegramente la demanda que presentó y declararlo en noviembre del año pasado "padre no matrimonial del menor".
Pero tuvo que volver a demandar a la madre del pequeño para poder pagarle una pensión a su hijo y establecer un régimen de visitas. Una sentencia dictada también a su favor hace unos días por el Juzgado de Familia, Primera Instancia 15, fija ya la relación entre el padre y el niño tras un acuerdo entre los progenitores.
La guarda y custodia del niño corresponde a la madre, siendo compartida la patria potestad. El padre abonará una pensión mensual de alimentos de 180 euros, y los gastos extraordinarios se abonarán pro mitad entre ambos progenitores.
El padre proveerá al menor de un teléfono móvil para poder comunicares con él dos veces por semana y que la madre pueda comunicarse con el niño cuando éste se encuentre con su progenitor.
En cuanto al régimen de visitas se establecen de forma progresiva para los cuatro próximos años. Así, durante 2019 se podrá relacionar con el niño un fin de semana cada dos meses sin pernocta. En el 2020 ya podrá verle con pernocta, aunque sin que el niño pueda viajar a Londres. También disfrutará de 15 días de vacaciones en agosto y una semana en Navidades con pernocta y la posibilidad en ambos casos de que viaje a Inglaterra. Viajes que costeará su progenitor siempre. En 2021 las vacaciones de verano se amplían una semana y en el 2022 tendrá ya un mes completo y la posibilidad de viajar a Londres.
