La Guardia Civil considera que Laura Luelmo, la joven profesora de 26 años asesinada en El Campillo (Huelva) por Bernardo Montoya, cree que murió la noche del día 12 de este mes, el mismo día que desapareció, y que su agresor la llevó a su casa, donde la golpeó contra el suelo.

Así lo han manifestado en rueda el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, Ezequiel Romero, y el teniente coronel de la Unidad Central Operativa (UCO) Jesús García Fustel, que están ofreciendo detalles del caso.

Los investigadores creen que la joven no estuvo toda la noche allí y que Montoya la llevó enseguida, probablemente en el maletero de su coche, hasta el lugar donde apareció el cadáver y donde la agredió sexualmente.

También sospechan que, dada la posición de las piernas y el cuerpo, Laura "no tuvo sufrimiento" en ese lugar y que, por tanto, podría estar inconsciente.

Montoya fue el sospechoso con "mayúsculas" del asesinato de Laura

La Guardia Civil enseguida sospechó de la implicación de Bernardo Montoya en la desaparición de Laura Luelmo, la joven profesora de 26 años asesinada en El Campillo (Huelva) por este hombre. Era un sospechoso "con mayúsculas", han asegurado hoy los investigadores.

Montoya fue inmediatamente identificado por los agentes, que le interrogaron, aunque él dijo que no había visto nunca a Laura ni sabía que vivía en El Campillo. Sin embargo, los investigadores sospecharon de él, vieron sus antecedentes y le sometieron a una estrecha vigilancia.