Los seis perros que residían en la vivienda de la localidad madrileña de Colmenar de Oreja, donde murieron atacadas por dos de ellos su dueña, de 57 años, y su hija, de 41 años, han sido sacrificados dada su agresividad. Los animales se encontraban en cuarentena en el centro de la Comunidad de Madrid desde que el pasado miércoles dos de ellos mataran a mordiscos a sus dueñas.