Los albaneses E. S., de 25 años, y E. B., de 29, que causaron lesiones a cuatro guardias civiles en Ourense en un robo, podrán salir de la cárcel el 1 de abril tras abonar la responsabilidad civil a los agentes, y si confiesan en el jucio previsto el viernes los robos cometidos. Su salida de prisión será para subirse a un avión y ser expulsados de España. No podrán volver en 9 años.

La Fiscalía, que inicialmente pedía 6 años de cárcel para cada uno por robo violento y atentado, ofrecerá una rebaja este viernes dejando la pena en 3 años de prisión de los que ya han cumplido más de año y medio en preventiva.

Los dos acusados de agredir a tres guardias civiles durante una emboscada de las autoridades en una casa de Boborás, en marzo de 2017, en la que los agentes esperaban a la banda de ladrones de viviendas para darles caza, tenían dos condiciones: pagar las indemnizaciones por las lesiones de los guardias y confesar el viernes. El primer requisito está cumplido.

Los albaneses no solo asumen el coste de los daños sufridos por los tres agentes a los que acometieron con patadas, puñetazos y destornilladores, sino que también afrontan los más de 12.000 euros que, inicialmente, la Fiscalía imputaba a otro encausado, F. J. G. T., por las lesiones que sufrió un cuarto agente. Este delincuente, que también confesará el viernes en el juicio si quiere que su condena se vea reducida a 4 años y medio, es insolvente y los extranjeros pagan también por ese guardia y los daños causados en la vivienda. Aunque se le aplica igualmente la atenuante de reparación del daño, su pena es mayor por reincidente.