Los tres tripulantes de la pontona Trames Uno, con base en Marín y patroneada por el gallego Alberto Pariente, que el jueves por la tarde fue abordada por el catamarán Alborán a unos ocho kilómetros al norte del litoral grancanario, tuvieron que saltar de la embarcación en la que viajaban hacia Tenerife para poder salvar sus vidas cuando el barco de Naviera Armas estaba a punto de embestirles, de acuerdo con fuentes portuarias que han tenido acceso al relato de los náufragos. Uno de ellos, relatan las mismas fuentes, se encontraba en la cubierta cuando observó que el Alborán se aproximaba hacia ellos y pensando que solo pasaría cerca llegó incluso a sacar su teléfono móvil para tomar unas fotografías del catamarán. Cuando se percató de que el barco se acercaba demasiado corrió a avisar a sus compañeros, uno de los cuales estaba en el puente de mando mientras el otro descansaba. El patrón, un experimentado buzo, trató de virar para evitar el choque, pero al comprobar que este era inevitable optaron por lanzarse al agua, de donde fueron rescatados por el Helimer 202.