Un héroe anónimo, del que solo se sabe que es médico de Urgencias, protagonizó ayer el rescate de un pescador de 34 años que cayó inconsciente al agua en el puerto de Vigo y, una vez en tierra, procedió a las prácticas de reanimación hasta que llegó la ambulancia medicalizada del 061. La colaboración ciudadana y los servicios del Náutico de Vigo resultaron claves, aunque el hombre ingresó en el hospital Álvaro Cunqueiro en estado muy grave.

El hombre que sobre las 13.00 horas de la mañana de ayer se quitó la ropa en el Muelle de Trasatlánticos y se tiró al agua en calzoncillos no era un loco. Paseaba por la zona de Casa Pepe en su día libre y acababa de ver como un joven sufría una aparente indisposición mientras pescaba y se caía al mar, así que sin dudarlo se lanzó a por él.

Afortunadamente este fin de semana 300 embarcaciones de distintos países participaron en el Meeting Internacional Ciudad de Vigo de la Semana del Atlántico. El entrenador de un equipo de Optimist belga, que iba a bordo de una zódiac del Real Club Náutico de Vigo, organizador del evento, vio lo que ocurría y se acercó con la embarcación a recoger a los dos hombres, evacuándolos al pantalán de la dársena interior.

En las dependencias del club el médico inició las maniobras de RCP con la ayuda del socorrista y el equipo de reanimación y desfibrilación de la piscina del Náutico, hasta que minutos después llegó una ambulancia medicalizada del 061 y el personal sanitario relevó al médico en las maniobras de reanimación, según informaron fuentes del club. Cuarenta minutos después de comenzar la RCP, lograron reanimar el pescador, que fue trasladado con vida al Hospital Cunqueiro, si bien su pronóstico era muy grave.

"No se ni como se llama, ni siquiera en qué hospital trabaja, aunque seguro que me lo dijo. Pero yo estaba muy nervioso y ni lo recuerdo. Solo se que me dijo que era médico de Urgencias y asumió todo lo que había que hacer, aunque estaba tiritando de frío", explica uno de los trabajadores del Náutico que colaboraron con el médico en la reanimación del pescador.

Los servicios del club proporcionaron al héroe anónimo lo único que pidió tras su hazaña: una ducha caliente que tomó en cuanto fue relevado por el personal sanitario del 061. "Ese médico es un verdadero héroe. Estaba al borde de la hipotermia", manifestaba uno de los testigos al recordar lo ocurrido. Hasta el lugar del suceso se trasladaron efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.