El parapentista asturiano José Luis Bernal García, conocido como Cheluí, ha sido rescatado este miércoles, después de que el martes al mediodía fuera localizado desde un helicóptero, como adelantó este periódico, en la zona donde ya el lunes suponían que estaba.

Bernal se encuentra débil pero en buen estado y con ánimo tras este final feliz. "Mi preocupación no era mi vida, era mi familia. Ha sido lo más intenso de mi vida. No tengo palabras para agradecer todo lo que habéis hecho por mi", relataba, visiblemente emocionado, tras el rescate. Bernal no presenta lesiones y ha sido trasladado a un hospital cercano para realizarse un chequeo.

Las malas condiciones meteorológicas y lo complicado de la zona impidieron que la operación de rescate se pudiera realizar ayer. Lo que sí pudieron hacer fue lanzarle bocadillos, chocolate, frutos secos y ropa térmica para ayudarle a aguantar otra noche más. La quinta a 4.200 metros de altura.

"¡Lo tenemos, lo hemos conseguido, lo tenemos!", gritaba uno de sus compañeros tras localizarlo. "Vamos a intentar llegar a él. Está en buenas condiciones. Está en un lugar complicado de llegar a él, pero hemos conseguido ver que está bien. Vamos a ver si esta noche conseguimos llevarle víveres porque no podemos ahora mismo; sería una operación para mañana por la mañana porque empieza a llover. Pero, chicos, está en perfectas condiciones. ¡Lo hemos conseguidoooo!", aseguraba su compañero entusiasmado.

José Luis Bernal empezó a preparar el viaje a la región Bir Billing hace un año junto a otros cuatro compañeros. El pasado viernes se lanzó junto a ellos a practicar su pasión, el parapente. Todo iba bien hasta que le alcanzó una nube, que lo absorbió y lo arrastró. "Se encontraba sobrevolando la Big Face, una de las cimas más características del vuelo clásico en la zona, cuando perdimos contacto con él", relató uno de sus compañeros de aventura.

Desde entonces todo el empeño de sus acompañantes se centró en la operación de búsqueda, pero se toparon con la burocracia de la Administración india. Aun así, no cesaron en su empeño, y acabaron pidiendo la intervención de la Embajada española y de toda la sociedad.

El lunes consiguieron un paramotor y trataron de llegar hasta él, pero la falta de potencia del aparato hizo que sólo consiguiera alcanzar los 2.500 metros de altitud.

Así que todas sus esperanzas se concentraban en el vuelo con un helicóptero del Ejército previsto para ayer por la mañana. La operación de búsqueda comenzó con unas horas de retraso sobre el horario previsto, pero al final consiguieron divisarlo en la zona en la que preveían que estaba.