La búsqueda del niño arrastrado el martes por la riada que arrasó el levante de Mallorca se centrará hoy en el mar, después de que durante la jornada de ayer se haya rastreado sin éxito un área del torrente donde se amontonaban cuatro camiones, nueve coches y dos motos.

Buena parte de los 200 efectivos que por cuarto día consecutivo buscaron al niño de 5 años desaparecido trabajaron en esa zona muy próxima al pueblo de Sant Llorenç, mientras que en la costa, junto a la desembocadura del torrente de Ses Planes, tres embarcaciones iniciaba el rastreo marítimo una vez se aclaró el agua tras el masivo vertido de lodos.

"Se trabajará hasta 8 millas, que son 14 kilómetros mar adentro. Eso implica un cambio de estrategia en la búsqueda", con medios "más especializados", anunció tras la reunión de coordinación de ayer por la tarde la consellera balear de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera.

En Cala Morlanda, cerca de la salida del torrente al mar en S'Illot, se encontró ayer por la mañana una mochila perteneciente al pequeño que centra todos los esfuerzos de búsqueda, un hecho significativo para los investigadores, que piensan que el pequeño podría haber empujado por las aguas seis kilómetros cauce abajo hasta el mar. El pasado jueves ya se había encontrado una mochila que pertenecía a su hermana.

Fuentes de la Guardia Civil explicaron a Efe cómo se desarrolló el suceso en el que perdió la vida la madre del niño desaparecido.

La mujer circulaba bajo la tormenta desde Manacor hacia Capdepera y se desvió para entrar a Sant Llorenç ante la intensidad de las lluvias; al entrar al pueblo le sorprendió una gran avenida de agua procedente de la parte alta del núcleo.

Hay evidencias de que el agua debió comenzar a inundar y arrastrar el coche, y la mujer, junto con su hija de 8 años y el niño de 5, bajó del vehículo. La fuerza del caudal les arrastró a los tres.

La niña fue rescatada con vida del agua varios cientos de metros más adelante por un alemán que circulaba en bicicleta y el cadáver de la mujer fue hallado en torno a un kilómetro más abajo al día siguiente.

En Sant Llorenç, el núcleo más dañado por la torrentada, ayer continuaron los trabajos de limpieza de calles, casas, almacenes y garajes, igual que en otras poblaciones como Son Carrió, S'Illot y Canyamel.

El aluvión solidario cuando 1.300 voluntarios se afanaron en limpiar Sant Llorenç, supuso un impulso enorme y ayer el pueblo comenzaba a presentar un aspecto parecido al ordinario.