El autor confeso por el conocido como crimen de Ponte Caldelas, Marcos Vidal González, sabe ya cual es la primera de las peticiones de condena que realiza una de las partes personadas en este asunto. Un total de 25 años de prisión por asesinato es la pena que pide que le sea impuesta la representación de la viuda del fallecido, Sandra M. A., quien en este caso cuenta con la doble condición de perjudicada e investigada, dado que la familia de su esposo, Manuel Rivas Muiños, sospecha que pudo tener cierta implicación en la muerte de su hijo a manos de Marcos Vidal. El suceso, ocurrido en noviembre de 2015, causó también gran consternación en el municipio de Arcade, donde el encausado regentaba una peluquería que se encontraba casi puerta con puerta con el negocio de embutidos de la víctima.

El escrito de conclusiones provisionales de esta parte -al que se sumará el de la familia del fallecido así como el de la Fiscalía- no solo se centra en la acusación contra Marcos Vidal, sino también en la defensa de la actuación de la propia Sandra, para quien piden el sobreseimiento definitivo. Además de la petición de cárcel, solicita una indemnización de 120.000 euros para la viuda por la pérdida de su esposo.

En dicho escrito, la representación de Sandra sostiene que Marcos actuó solo, movido por el ánimo de matar a Manuel y causar el "mayor daño posible" al matrimonio tras no ser correspondido por ella en la forma en la que él quería, que era que dejase a su esposo para "estar solo con él".

En el escrito, la representación legal de Sandra señala que Marcos esperó en las escaleras del descansillo del piso del matrimonio a que Manuel abriera la puerta para salir de su domicilio a las nueve de la mañana del 28 de noviembre de 2015, dado que conocía sus hábitos al estar sus negocios en Arcade muy próximos. Afirma que allí lo abordó, lo llevó a dentro del piso y le asestó múltiples puñaladas. Antes de propinarle un último golpe mortal, le envió una foto por WhatsApp a su esposa para, según el escrito, provocarle más sufrimiento también a ella.

El escrito también trata de justificar los horarios de las llamadas realizadas por la mujer, como la que efectuó al 112 antes incluso de que el presunto asesino le llamase y le mandase un mensaje con la foto de su marido agonizando. Ella afirma que desconfió de que Marcos pudiera hacerle algo a Manuel tras recibir una llamada del primero a las 6.44 horas, que ella no respondió, y que le devolvió a las 6.55 horas, y en la que "de forma inusual", Marcos le preguntaba si ella ya había salido a trabajar.

La representación de Sandra explica que Marcos hizo esta llamada para asegurarse de que se iba a encontrar solo a Manuel en el piso, de tal forma que así no tuviera a nadie que le pudiera ayudar a defenderse. Desconfiada por esta llamada, asegura que llamó desde su trabajo en Pontevedra a su marido antes de las nueve para que le diera un "ok" cuando saliera de casa. Como este aviso nunca llegó, Sandra sostiene que por eso a partir de las 9 de la mañana hizo varias llamadas a su esposo, que no contestó. Afirma que a las 9.10 horas realizó una llamada a su marido en el que "el teléfono se descolgó" y escuchó a Manuel gritando "No, Marcos no", motivo por el cual realizó la ya conocida llamada de alerta al 112 y al 061, pidiendo ayuda.

"Sandra ni participó, ni indujo, ni colaboró en la comisión del delito de asesinato con Marcos Vidal González, sino que ha sido, este último en solitario y de forma unilateral quien decidió reflexivamente el asesinato de Manuel", sostienen.

Este escrito llega una vez que el Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra dio por concluida la investigación del caso. En un auto de este pasado 21 de septiembre, la jueza entiende que no es necesario practicar más diligencias "para el correcto esclarecimiento de los hechos". Si bien, hay que tener en cuenta que está pendiente la resolución a un recurso de apelación presentado ante la Audiencia Provincial de Pontevedra.

Sin perjuicio de la resolución que adopte el órgano provincial, el juzgado ordena continuar el procedimiento, que se sigue por el trámite del jurado popular. Una vez todas las acusaciones presenten sus escritos de conclusiones provisionales, se dictará el auto de apertura de juicio oral tras el cual será la defensa la que formalice su escrito. El juicio será en la Audiencia pontevedresa.